Javier Couso: «Las sanciones a Venezuela fueron un sabotaje a las conversaciones entre Gobierno y oposición»
El eurodiputado Javier Couso cree que la UE se equivoca, como pasó con Cuba, apoyando a “los mismos extremistas” que en su día impusieron la Posición Común y reclama a Mogherini que deje de “hacer trampas con las sanciones unilaterales” y apueste por la paz.
El eurodiputado de Izquierda Unida Javier Couso ha explicado que nuestra delegación en la Eurocámara se opondrá frontalmente a la resolución sobre Venezuela impulsada por conservadores y liberales que se votará mañana en Estrasburgo. En su lugar, ha reclamado a la UE “altura de miras” y que deje de escuchar “a esos extremistas que fueron los que impusieron la Posición Común” con respecto a Cuba. De hecho, la normalización de las relaciones con La Habana, es un ejemplo para él de cómo debería estar trabajando la Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini, en lugar de apostar por las “sanciones unilaterales”.
Couso, que ha redactado para el Grupo de la Izquierda Unitaria Europea / Izquierda Verde Nórdica (GUE/NGL) una resolución alternativa a la de los grandes grupos, ha destacado que la apuesta de la UE debe ir en el sentido del “encuentro, el diálogo y la paz”, en lugar de “estar constantemente bombardeando a un Gobierno elegido democráticamente” por una mayoría del pueblo venezolano. “Hablar de injerencia, cuando hay unas elecciones generales a la vuelta de la esquina, ya es poco. La UE, con esta posición, con la imposición de nuevas sanciones, con estar siempre del lado de una parte de la oposición venezolana, está saboteando las normas más esenciales del funcionamiento de un Estado soberano”, ha advertido.
Anoche, durante un debate en la Eurocámara sobre este asunto, Couso se expresó en la misma dirección. Incidió en el ejemplo de las relaciones con Cuba y la marcha atrás dada por Bruselas después de años de Posición Común y bloqueo al Gobierno cubano. Ese error, explicó, no debe volver a producirse con Venezuela.
“Cuando la UE hace caso a los extremistas de la confrontación, le va muy mal. Los mismos que impulsan la confrontación con Venezuela son los que apoyaban la Posición Común. Y ahora tenemos una normalización de las relaciones, como demuestra su viaje reciente, y un diálogo sin cortapisas”, señaló el eurodiputado de IU ante Mogherini.
Couso opinó que “las sanciones unilaterales a Venezuela” son “una mala noticia” y, pese a la forma en la que Mogherini ha querido presentarlas, la Alta Representante no debería “hacer trampas”. “Señora Mogherini, fueron unilaterales y de parte. De la parte de una parte de la oposición”, le dijo.
“Un sabotaje”, en palabras de Couso, que va más allá de las próximas elecciones, sino que representan un ataque a la línea de flotación de las conversaciones que se producen entre Gobierno y oposición y que se traducen en nueve encuentros en cinco meses y una mesa de diálogo creada en República Dominicana en diciembre del pasado año.
Unas conversaciones que, no sólo han tenido al presidente venezolano, Nicolás Maduro, “implicado”, sino que han contado con “un expresidente de un Estado miembro, como lo es el señor Zapatero”, entre los impulsores. A Zapatero, dijo Couso, “deberían haberle nombrado enviado especial para la paz”.
Couso fue muy crítico, además, con “esos extremistas” europeos que hablan en nombre “de toda Venezuela”, pero que en la realidad están obviando “al otro”. El eurodiputado se refirió al Partido Socialista Unido de Venezuela, “que según el Consejo Nacional Electoral [CNE] es el primer partido”. Un CNE cuya credibilidad no debería estar en duda ahora en la UE, cuando “le dio su representación al señor Borges, al cual se premió aquí”. Esto demuestra, en su opinión, que “sólo vale cuando ganan los suyos”.
“Algunos lo deben pasar mal intentando acabar con un Gobierno democrático. Se creen que todavía hay colonias, pero no las hay. Porque por una parte de ese pueblo venezolano todavía hay sangre de libertadores y no van a aceptar imposiciones de ustedes”, advirtió Couso, quien para finalizar le dio a Mogherini las claves de lo que debería ser su acción exterior: “Respecto a la soberanía de un país y un Gobierno democrático, y acompañamiento del diálogo”.