Trump pretende exigir a los aliados de EEUU un pago del 150% por la presencia de tropas norteamericanas
Fuentes del Departamento de Seguridad Nacional y el Departamento de Estado han hecho públicos los planes del presidente de los Estados Unidos, que aspiraría a que los países que cuentan con bases norteamericanas en su territorio asumiesen todos los gastos más una compensación de la mitad de los emolumentos.
La Administración de Donald Trump está elaborando exigencias para que Alemania, Japón, Corea del Sur y, finalmente, todos los demás países que acogen tropas estadounidenses en su territorio, paguen todo el costo de su mantenimiento más el 50 %, reporta Bloomberg, citando a decenas de funcionarios de la Administración y personas que están al tanto del asunto.
El descontento de Trump con las sumas pagadas por los aliados de EE.UU. por la presencia de los soldados estadounidenses, así como las insistencias en la necesidad de que los países miembros de la OTAN incrementen su participación financiera ya se conocían antes, y según el medio, el presidente defendió su plan sobre el pago extra durante meses.
Varios funcionarios confirmaron también a AP bajo condiciones de anonimato que la Casa Blanca pidió al Pentágono recolectar datos sobre los costes del mantenimiento de las tropas nacionales en el extranjero y las contribuciones de cada país. Se reporta que los países cuyas políticas están «estrechamente alineadas» con las de Washington obtendrían un descuento.
En ciertos casos, de acuerdo con el plan ‘El coste más 50 %’ los aliados de EE.UU. tendrían que pagar cinco o seis veces más que ahora. En países como Alemania, que paga alrededor del 28 % de los gastos de la presencia de las tropas estadounidenses ―según David Ochmanek, investigador de la Corporación Rand―, parte de la población se manifiesta en contra de los militares de EE.UU. en territorio del país, al igual que en Japón.
Además de los temores de que la iniciativa de Trump podría ahuyentar a algunos aliados que simplemente se negarían a pagar por considerar que la presencia de las tropas de EE.UU. no es estrictamente necesaria para su seguridad nacional, entre los funcionarios del Departamento de Defensa y el Departamento de Estado también crecen las preocupaciones de que la medida generaría una gran desconfianza entre los aliados incondicionales de Washington en Asia y Europa que ya cuestionan el compromiso de EE.UU. con ellos, señala Bloomberg.
El caso de España
España cuenta con bases militares estadounidenses desde los denominados Pactos de Madrid, suscritos en 1953, entre el régimen dictatorial de Francisco Franco y los Estados Unidos. Los acuerdos permitieron al franquismo salir del ostracismo internacional al que estaba sometido el país desde el final de la II Guerra Mundial por sus relaciones con el Eje, mientras que ponía de manifiesto la nueva política esterior de Washington de aliarse con países con sistemas autoritarios y dictatoriales en el contexto de la Guerra Fría.
Actualmente la presencia de tropas estadounidenses se concentra en la base naval de Rota, en la provincia de Cádiz, y la base aérea de Morón en Sevilla. Estas instalaciones han sido puntos neurálgicos del despliegue de tropas estadounidenses en los últimos años, desde las operaciones de la Guerra del Golfo en 1991, hasta las más recientes respuestas armadas de Estados Unidos contra objetivos en Siria. Se desconocen cuales son las cifras exactas de su coste, pero actualmente entre ambas instalaciones cuenta con una presencia permanente aproximada de 2000 militares y cuenta con el centro de mando permanente del AFRICOM.
El 42% de los alemanes rechaza la presencia militar estadounidense
Según una encuesta publicada el pasado mes de junio, el 42% de los alemanes está a favor de la retirada de los 35.000 soldados estadounidenses estacionados en su país y en contra de la «protección» de Estados Unidos.
Realizada por la compañía de medios YouGov en representación de la Agencia de Prensa Alemana, esta encuesta también apunta que solo el 37 por ciento de las personas consultadas quiere que EE.UU. mantenga cierta presencia militar, mientras que el restante 21 por ciento no definió su postura.