Alemania teme que EE.UU. pueda desactivar sus cazas F-35
Las costosas aeronaves estarían equipadas con un interruptor de apagado que puede ser activado de manera remota, reporta Bild.

Algunos políticos alemanes están cada vez más preocupados por la posibilidad de que EE.UU., que actualmente está en desacuerdo con la UE en torno a cómo solucionar el conflicto entre Rusia y Ucrania, pueda desactivar de manera remota los bombarderos F-35A Lightning II, que habían sido entregados al Gobierno alemán para afrontar cuestiones relacionadas a la defensa del país, reportó Bild el sábado.
En concreto, la preocupación se centra en la posibilidad de que el F-35A esté equipado con un ‘Kill Switch’ o interruptor de apagado, que podría ser activado por Estados Unidos de manera remota.
Se trataría del sistema de planificación de misiones y una manera de impedir que el avión despegue, ha comentado Joachim Schranzhofer, jefe de comunicaciones del grupo alemán Hensoldt, que colabora técnicamente con Lockheed Martin, fabricante del F-35. Por su parte, Wolfgang Ischinger, exdiplomático y presidente de la Fundación de la Conferencia de Seguridad de Múnich, ha señalado que ante tales preocupaciones sería razonable considerar la cancelación del contrato.
El proyecto del F-35 ha sido descrito como el más caro de la historia, con costos totales que exceden los 1,7 billones de dólares. Desde que se realizó el primer vuelo de un F-35 en 2006, el programa ha estado plagado de sobrecostos, retrasos y problemas de confianza.
Una brecha de confianza
Las preocupaciones sobre los cazas surgieron después de que Washington congelara el apoyo militar y de inteligencia a Kiev tras la disputa entre el presidente de EE.UU., Donald Trump, y el líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski, en la Casa Blanca, durante la cual el mandatario estadounidense acusó al líder ucraniano de no querer negociar la paz con Rusia. Por el contrario, los gobiernos europeos pretenden seguir proporcionando armamento al régimen.
La administración americana ha criticado varias veces a sus socios de la OTAN por su insuficiente aporte en defensa. En ese sentido, el presidente Trump declaró que su país no tiene que responsabilizarse por la seguridad de Ucrania y sentenció que, como los países europeos son vecinos de Ucrania, tienen que hacerse cargo del asunto.
Por su parte, Rusia se mantiene atenta a los planes de rearme europeos, en los que sitúan al país euroasiático como principal adversario. «Podría ser potencialmente un tema para nuestra profunda preocupación y para el hecho de que habrá necesidad de tomar medidas de represalia apropiadas para garantizar nuestra seguridad», aseveró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, este viernes.