Juicio político contra el grupo de estudiantes saharauis, en Marrakesh

Sabemos que a los pocos estudiantes saharauis que consiguen estudiar en universidades marroquíes sólo les permiten carreras de letras: derecho, historia, filología. Las carreras técnicas les están vedadas: otra forma de marginar a los saharauis, de hacerles analfabetos tecnológicamente, de la misma manera que los profesores marroquíes acosan a los niños saharauis en las escuelas y no les permiten destacar, de la misma manera que no hay trabajo para los saharauis en su propia tierra, pero sí para los colonos, prohibidos por el derecho internacional.

Como tantas veces, la Ocupación acusa de cualquier delito común a los saharauis molestos políticamente. Ahora se han encontrado con un asesinato y qué mejor ocasión que colgarle el muerto a este grupo. Lo mismo sucede en el juicio de Gdeim Izik y en otros muchos.

Los detenidos son 17. 16 desde hace más de un año, y uno más, detenido hace poco. Hay que verles. Son jovencísimos. Pero ya han sido torturados, o eso denuncian. Menos el último, llevan más de un año en prisión, y el juicio ha sido pospuesto una y otra vez.

El 9 de junio, en la única sesión que se ha celebrado de todas las convocadas, había observadores extranjeros. Los presos fueron tratados correctamente, y la sesión se desarrolló con normalidad. Declararon los presos. Sorprendía su firmeza ante el juez a pesar de su juventud. Todos vinieron a decir lo mismo. Uno por uno, los acusados se declaran inocentes, que su mentalidad es pacifista, que defienden sus convicciones por el pensamiento y el diálogo y no por la violencia, y que no perpetrarían un crimen así; que entienden que esta imputación es obra del Majzen debido a sus posturas políticas que reclaman la autodeterminación del pueblo saharaui y que van calando en el ámbito universitario. Algunos han denunciado torturas. Algunos han recordado que el interrogatorio en la policía versó sobre sus actividades políticas, y que del asesinato se enteraron ante el juez de instrucción.

Al final de la mañana, se aplazó el juicio al 13 de junio.

El 13 de junio, sin celebrarse sesión, se aplazó al 22 de junio.

El 6 de julio, se celebró la segunda y última vista del juicio por el homicidio de Omar Khalek, atacado el sábado 23 de enero de 2016 en la ciudad de Marrakech y fallecido dos días después.

Marruecos ha acusado a miembros del grupo Camaradas de El Ouali, que reivindica la causa saharaui en las universidades del país ocupante. Hay que imaginar el arrojo de estos estudiantes, que, en vez de intentar hacerse invisibles en el país enemigo, se expresan y reclaman su derecho a la autodeterminación. Saben lo que se juegan.

Son educados, no violentos y se llevan bien con los demás estudiantes. Su método es el diálogo, no la violencia. Su voz llega a la élite universitaria de Marruecos y de otros países árabes. Esto no se puede tolerar.

Detuvieron a la mayoría al día siguiente a la agresión (no durante la agresión, evidentemente). Otro fue detenido en abril. Otros dos en 2017. Dos de los condenados son marroquíes. Pertenecen a la izquierda marroquí. Si reproduzco el pensamiento de los estudiantes saharauis, hay que entender que el Gobierno quiere romper el grupo:

– por un año y medio de detención, y ahora por condenas muy duras.

– por pretender una supuesta rivalidad entre saharauis e imazighen. No hay tal.

– por introducir elementos que diluyen lo que es un juicio político a saharauis, como es añadir a dos marroquíes.

No se ha librado ninguno:

– Cuatro saharauis condenados a 10 años. Once a 3 años.

– De los marroquíes, uno a 10 años y el otro a 3 años.

– Siguen dos saharauis en la fase de instrucción.

Adjunto los nombres de todos.

Queda pendiente saber cómo fue el desarrollo del juicio. Pronunciaron las condenas a la velocidad del rayo, y luego la policía enseñó una lista a la salida. El juicio estaba convocado para las 11 h de la mañana, pero empezó a las 3 h y terminó a la 11 h de la noche. ¿Les dio tiempo a pensar y redactar las sentencias de cada uno o sólo a dictar los años de condena? Habrá que seguir preguntando.

Queda la apelación y la presión internacional. ¿Harán algo los organismos internacionales?

Aparte de la rabia que produce esta sentencia, está la frustración de no haberles apoyado lo suficiente. Hay muchos frentes, es verdad, pero es preciso hacer visible esta forma de opresión por la vía de la “justicia” y señalar a estos jóvenes como los héroes que son, y a los jueces como lo que vemos que son. Marruecos pospone los juicios para que nos sea difícil acudir una y otra vez mientras mantiene a las víctimas en prisión, que ahí no molestan. Y digo víctimas, porque son personas nobles destrozadas por los intereses políticos del gobierno. Víctima es también el fallecido, utilizado por el poder, que no intenta buscar al autor del crimen.

Esta demostración de fuerza nos está preparando para lo que pasará con el pseudo-juicio de Gdeim Izik. Nadie espera justicia. A lo sumo, estrategia.

Cuanto más se endurece un régimen con tantos problemas como el de Marruecos, uno recuerda que son los últimos coletazos del pez antes de morir.

La Corte Penal de primera instancia de Marrakech ha condenado a los estudiantes saharauis del grupo Camaradas de El Ouali a 73 años de prisión.

10 años a cada uno de los 4 estudiantes siguientes:

Elbar El Kantaoui-

El Hafidi Abdelmoula –

Aziz El Ouahidi –

Mohamed Dada –

3 años a cada uno de los 11 estudiantes siguientes:

Erguibi Mohamed

Brahim El Mssiiah

Errami Hamza

Babir Salek

Baali Ahmed

Bourkaa Mustapha

Ali El Charki

Omar Aajna

Nasser Amenkour

Bihna Omar

El Ouafi Elouakari

En este mismo procedimiento, también han sido condenados los estudiantes marroquíes miembros de la Vía Demócrática Básica, asociada a la Unión Nacional de Estudiantes Marroquí, UNEM.

10 años a Mohamed Zaakouk

3 años a Mourad Laaroussi

Siguen en fase de instrucción los siguientes detenidos en 2017. (Los demás fueron detenidos a primeros de 2016).

Lahdaf Lakane

Amouidate Mustapha