Nagasaki rememora 76 años de los bombardeos atómicos
Las autoridades de la ciudad se unieron al llamado de Hiroshima para exigir al Gobierno la firma del TPAN.
Nagasaki conmemoró este lunes 9 de agosto el 76 aniversario del bombardeo nuclear a esta ciudad nipona con un llamamiento a la comunidad internacional para lograr un mundo sin armas atómicas, y en especial al Gobierno japonés para que se muestre más proactivo en lograrlo.
En horas de la mañana dio inicio la ceremonia. El número de participantes se limitó aproximadamente a 500 personas por segundo año consecutivo debido a las medidas contra el coronavirus.
Esto representa la décima parte de la cantidad de personas que solían congregarse en la cita antes de la pandemia.
Entre los asistentes se encontraban supervivientes, familiares, el alcalde de Nagasaki, Tomihisa Taue, el primer ministro, Yoshihide Suga, y representantes de unos 60 países.
El alcalde Tomihisa pronunció en la ceremonia una declaración de paz e hizo un llamamiento al Gobierno japonés para que asuma la iniciativa en la materialización de un mundo sin armas nucleares.
«Los líderes internacionales deben comprometerse a reducir las armas nucleares y generar confianza a través del diálogo, y la sociedad civil debe impulsarlos en esa dirección», declaró el funcionario.
La bomba atómica lanzada por los estadounidenses el 9 de agosto de 1945, asesinó a 74.000 personas, justo tres días después de otro ataque nuclear que provocó 140.000 muertos en Hiroshima.
A la vez, Tomihisa exigió al Gobierno la firma del Tratado para la Prohibición de Armas Nucleares (TPAN) que entró en vigor en enero pasado tras años de gestiones civiles para su implementación. Sin embargo, no fue firmado por los nueve países que poseen armas atómicas: Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido, India, Pakistán, Israel y Corea del Norte.
El TPAN tampoco fue firmado por Tokio, un aliado inquebrantable de Washington. A pesar de ser el único país atacado por armas nucleares y sufrirlo en su propio territorio, Japón permanece muy dependiente del poder militar estadounidense.
No obstante, el primer ministro nipón, Yoshihide Suga, evitó cualquier mención a dicho tratado en su discurso y abogó por la postura actual del país de apoyar la no proliferación nuclear para la consecución de un mundo más seguro, desde la posición de observador.