Duterte aboga por restaurar la pena de muerte en Filipinas
"Cuando la pena de muerte fue abolida hubo un aumento en el número de delitos graves de más de un 3.000 por ciento. ¿Y se atreven a decir que no funciona como medida disuasoria?", declaró Duterte.
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, abogó este viernes por restaurar la pena de muerte en su nación, para así «convertir a esos locos en cortinas», declaró citado por el diario filipino The Inquirer.
«Según ellos (sus opositores), cuando la pena de muerte era legal, tampoco pasó nada. Eso es porque yo no era el presidente por aquel entonces. Traedla de vuelta y yo convertiré a esos locos en cortinas. Los colgaré», aseguró Duterte.
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Durante su intervención en un foro económico en la ciudad filipina de Davao, el mandatario basó su idea en un supuesto informe realizado por el director del departamento penitenciario, Benjamin de los Santos, que sostiene que los delitos graves aumentaron en un 3.180 por ciento desde 2016, año en se abolió la pena de muerte en el país asiático.
«Cuando la pena de muerte fue abolida hubo un aumento en el número de delitos graves de más de un 3.000 por ciento. ¿Y se atreven a decir que no funciona como medida disuasoria?», cuestionó.
Opositores afirman que, en el marco de la guerra declarada por Duterte contra las drogas, devolver a la legalidad la pena de muerte daría pie a una campaña de represión contra cualquier tipo de disidencia.
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Las dos cámaras del Congreso de Filipinas ya han debatido informalmente la posibilidad de permitir una vez la pena de muerte como castigo judicial.
En su defensa, Duterte señaló que solo recurriría a esa sanción para crímenes «atroces» y en casos de tráfico de estupefacientes.