Las naciones ricas acaparan el 53% de las vacunas de la covid-19 para el 14% de la población mundial
- La Alianza internacional por una Vacuna Popular, de la que forma parte Alianza por la Solidaridad-ActionAid, reclama la liberación de patentes farmacéuticas y más ayudas a compras para países del Sur Global.
- Varios países del sur global plantean en la reunión de la OMC un cambio en los derechos intelectuales durante la pandemia.
- La ONG ya ha pedido a España, que cambie su postura y apoye la supresión de algunos de los derechos de propiedad intelectual.
Madrid 11/03/2020.- Según los datos recopilados por la Alianza internacional por una Vacuna Popular, tres meses después del inicio de la vacunación contra el coronavirus COVID-19, los países ricos, que representan solo el 14% de la población mundial, ya han comprometido la adquisición de más de la mitad de las vacunas más prometedoras (el 53%). Esto implica que dispondrán de dosis suficientes para vacunar a toda su población y tener sobrantes. En el otro lado, casi 70 países del sur global solo podrán vacunar a una de cada 10 personas, si no se toman medidas urgentes que permitan producir más dosis. En total, se estima que el 70% de la posible producción de este año ya está comprometida para unos pocos países.
Para denunciar esta situación y reclamar la liberación de las patentes de las farmacéuticas, de forma que se puedan producir a escala masiva, se ha lanzado a nivel internacional la Alianza por una Vacuna Popular, de la que forma parte Alianza por la Solidaridad-ActionAid, junto con Oxfam, Amnistía Internacional, Yunus Center, Global Justice Now, ONUSIDA y otras organizaciones que defienden una vacuna accesible y gratuita para todo el mundo.
Este jueves, la plataforma ha convocado una jornada internacional de acción coincidiendo con la reunión de la Organización Mundial del Comercio los días 10 y 11. En esta reunión, varios países solicitarán la exención de derechos sobre la propiedad intelectual en lo relativo a la prevención y tratamiento de la pandemia. Propuesta de India y Sudáfrica, a la que se han sumado Kenia, Esuatini, Mozambique, Pakistán, Bolivia, Venezuela, Mongolia, Zimbabue, Egipto, el Grupo Africano y el Grupo de Países Menos Adelantados.
La ONG pide al gobierno español que reconsidere su posición y se sume a estos países, comprometiéndose con los derechos de las personas más vulnerables. No es suficiente con donar el excedente de vacunas que ha comprado España, tal como anunció el ejecutivo hace unos meses, declaran fuentes de la organización.
Lo datos son claros: mientras que los países con más muertes y afectados son, además de Estados Unidos, India y Brasil (con 11 millones y 10 millones de contagiados por COVID-19, respectivamente), sus índices de vacunación son mínimos. Por el contrario, países como Canadá tienen dosis comprometidas para vacunar a cada canadiense cinco veces. Otro ejemplo es del de Israel, donde más de la mitad de la población ya tiene inoculada la primera dosis, mientras que apenas han llegado 10.000 dosis a Palestina. España, por su parte, en febrero, ya había comprado 146 millones de dosis para 47 millones de habitantes.
Según las organizaciones, conseguir una vacuna popular solo será posible si las corporaciones farmacéuticas comparten abiertamente su tecnología para que puedan producirse a una escala masiva. Consideran inadmisible que hoy las empresas protejan sus monopolios sobre las patentes y pongan barreras para restringir su producción. Especialmente teniendo en cuenta que las farmacéuticas no están aumentando la producción en función de las necesidades, lo que les permite controlar los precios dejando a cientos de millones de personas en riesgo.
Además, la ONG hace hincapié en el impacto que tiene el racionamiento de medicamentos y vacunas en mujeres y niñas. Varias investigaciones muestran que en muchos hogares se da prioridad a las necesidades de los miembros masculinos de la familia cuando servicios esenciales, como la atención médica y la educación, son limitados. Esto contrasta con el papel de las mujeres, que están a la vanguardia de la lucha contra la COVID-19 y representan el 70% de la fuerza mundial de atención médica.
Alianza por la Solidaridad recuerda que si bien existe desde abril del año pasado –antes de que hubiera vacunas- la iniciativa COVAX de la OMS para un reparto equitativo a nivel global, no está funcionando al ritmo deseado.