Sebastián Polischuk / Resumen Latinoamericano •  Internacional •  11/05/2017

El pueblo argentino rechazó con convicción y mucha fuerza el fallo de la Justicia que beneficia a genocidas

Este 10 de mayo de 2017, fue un día histórico de gran y contundente repudio en una enorme marcha a Plaza de Mayo, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, de más de medio millón de personas, que se expresaron contra al fallo de la Corte Suprema de Justicia que beneficia a genocidas y represores de la última y más cruel dictadura argentina bajo la denominada Ley 2×1, votada la semana pasada por la mayoría de los jueces. Este 2×1 fue puesto en la década de los `90 y derogado en el año 2001, postula que por cada año de prisión preventiva, se establezcan como si fuesen dos de manera efectiva.

El pueblo argentino rechazó con convicción y mucha fuerza el fallo de la Justicia que beneficia a genocidas

Y estos nefastos jueces Elena Highton de Nolasco, Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti, propuestos por el macrismo, con este fallo consideraron que ese mismo beneficio se puede aplicar, a genocidas, asesinos y torturadores, tal como lo hicieron al aplicar este fallo con el genocida que liberaron Luis Muiña, que encima contradiciendo a la propia ley 2×1 ni siquiera había tenido prisión preventiva tal como ocurre con todos los genocidas.

Se trata de darle privilegios a los asesinos más crueles y sangrientos de la historia argentina, que no solo cometieron estos crímenes de lesa humanidad, sino que jamás se arrepintieron de haberlos hecho, y desde ya ni siquiera fueron aportaron datos sobre las apropiaciones de bebes y las y los cuerpos e información de las y los desaparecidos de la última dictadura cívico-empresarial-clerical y militar. Y de esta manera este fallo que puede dejar en libertad a cerca de 300 genocidas como el cura Cristian Von Vernich (quien nunca fue expulsado de la iglesia) Alfredo Astiz,  Jorge “Tigre” Acosta  y Miguel Etchecolatz (a quien también se lo apunta como responsable de la doble desaparición, esta vez  en democracia de Julio López).

Fallo que además tal como salieron a responder desde inclusive Naciones Unidas, el mismo sobrepasa y actúa de manera totalmente ilegal por la ratificada Convención sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de Lesa Humanidad, que Argentina adhirió y al Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, que declaran que estos delitos son “imprescriptibles”.

Además, como si esto fuera poco la mayoría de los genocidas, represores y torturadores siguen gozando de total impunidad. Según datos de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad de los 2780 genocidas imputados cómplices de la última dictadura hasta marzo del 2017, solo 750, es decir un 27% han sido condenados; 1149 de los imputados se encuentran en libertad, y 1044 detenidos de los cuales 518 se encuentran con prisión domiciliaria, y 542 de los imputados han fallecidos (467 de ellos sin ser sentenciados y 75 luego del dictado de su condena o absolución) (http://www.fiscales.gob.ar/wp-content/uploads/2017/03/LH_Informe-Estadistico_2017.pdf , http://www.agenciapacourondo.com.ar/ddhh/750-genocidas-fueron-condenados-por-delitos-de-lesa-humanidad, http://www.8300.com.ar/2017/05/05/el-declive-moral-de-la-corte-suprema/) .

En base a todo esto fue que el pueblo argentino sumó su voz en todo el país y la plaza de mayo, donde se leyó un documento similar al que sacaron la mayoría de las organizaciones de derechos humanos, donde entre algunas de sus oradoras, como Taty Almeida y Nora Cortiñas de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y Estela de Carlotto de Abuelas de Plaza de Mayo se expresaron agradeciendo al pueblo argentino, que además de repudiar el fallo obligó de alguna manera a que desde diputados y senadores se propongan limitar este terrible fallo Corte Suprema, y que es una puerta a la impunidad.

Nora Cortiñas, al hablar delante de miles y miles de personas en la plaza leyó unas frases que ella misma escribió diciendo que:

“Por los niños y niñas a los que les robaron su identidad y los entregaron a familias desconocidas, quiero y queremos justicia.

Por las madres y los hijos e hijas que fueron arrojados vivos al mar como destino final, quiero y queremos justicia.

Por los que fueron torturados, asesinados y enterrados en tumbas desconocidas, quiero y queremos justicia.

Por las familias a las que la desaparición de sus hijos e hijas les destroncaron sus vidas, quiero y queremos justicia.

Por los niños y niñas a los que les robaron su identidad y los entregaron a familias desconocidas, quiero y queremos justicia.

Por las madres y los hijos e hijas que fueron arrojados vivos al mar como destino final, quiero y queremos justicia.

Por los que fueron torturados, asesinados y enterrados en tumbas desconocidas, quiero y queremos justicia.

Por las familias a las que la desaparición de sus hijos e hijas les destroncaron sus vidas, quiero y queremos justicia.”

 

Y Taty Almeida en relación al fuerte apoyo recibido en la plaza, se expresó diciendo con contundencia que: “Esto es una muestra más de que el pueblo unido jamás será vencido. En esta jornada histórica, el pueblo y los organismos de derechos humanos reunidos en esta histórica plaza, decimos bien fuerte: ‘¡Nunca más! ¡Nunca más impunidad! ¡Nunca más torturadores, violadores y apropiadores de niños y niñas! ¡Nunca más privilegios para los criminales de lesa humanidad! ¡Nunca más terrorismos de Estado! ¡Nunca más genocidas sueltos! ¡Nunca más el silencio!

Y en el mismo sentido lo hizo Estela de Carlotto al afirmar y concluir diciendo que: “Aquí estamos en esta plaza y en las plazas de todo el país alzando nuestra voz contra el olvido para poner un límite a esta provocación y gritar con todas fuerzas. Señores jueces Nunca más ningún genocida suelto”.

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