Washington amenaza con bloquear las cuentas del Banco Central Iraquí si obligan a las tropas estadounidenses a retirarse
El gobierno estadounidense bloquearía cuentas bancarias clave en el Banco de la Reserva Federal para impedir que Bagdad ingresase sus ventas petrolíferas, bloqueando de facto la economía del país.
Según ha revelado el diario conservador The Wall Street Journal, las amenazas de Donald Trump a Irak de establecer «sanciones nunca vistas» en el caso de verse obligado a retirar las tropas del país árabe, se ha concretado en una amenaza específica. El diario apunta que el primer ministro iraquí, Adel Abdul-Mahdi, habría recibido una amenaza directa de congelación de cuentas clave del Banco Central de Irak en el Banco de la Reserva Ferderal de Estados Unidos.
El informe que cita a unas fuentes cercanas al Gobierno iraquí, bajo condición de anonimato, agrega que esta amenaza fue lanzada por el Departamento de Estado estadounidense y que la cuenta en cuestión se considera muy vital en la gestión de las finanzas del país árabe, siendo la vía de ingresos de un importante porcentaje de sus ventas petrolíferas.
Aunque el periódico indica que la información todavía no ha sido confirmada por el Banco Central iraquí ni la embajada del país en Estados Unidos, resalta que la congelación de esta cuenta podría generar una crisis de liquidez en el sistema financiero del país.
“La pérdida de acceso a esta cuenta podría restringir a Irak el uso de sus ingresos y causar una crisis de efectivo en su sistema financiero, además se quedaría sin su lubricante fundamental para la economía”, reza el informe.
Esta supuesta amenaza lanzada por Washington surge casi una semana después de que el Parlamento iraquí ratificara una resolución por la cual pidió al Gobierno de Bagdad cancelar la solicitud de asistencia de Estados Unidos y poner fin a la presencia de sus fuerzas en este país.
Tal medida fue adoptada en respuesta a la agresión criminal perpetrada el 3 de enero por Estados Unidos en Bagdad, la capital de Irak, que causó la muerte del comandante de la Fuerza Quds de Irán, el teniente general Qasem Soleimani, y del subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis, y otros militares iraníes e iraquíes.
Furioso por esta decisión, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con imponer sanciones “sin precedentes” a Irak y avisó que sus tropas no se irán de allí a menos que Bagdad les pague por hacerlo.