Redacción •  Internacional •  12/11/2022

ACNUR alerta sobre la dificultad extrema para las familias desplazadas forzosas este invierno

  • Alerta de que para muchos de los desplazados forzosos del mundo, el próximo invierno será un desafío mucho mayor que el de los últimos años.
ACNUR alerta sobre la dificultad extrema para las familias desplazadas forzosas este invierno

Millones de personas procedentes de Ucrania, Afganistán y de todo Oriente Medio desplazadas por conflictos o persecución podrían enfrentarse ahora a un difícil invierno en el que las temperaturas bajo cero se sumen a la miseria que ya ha provocado la escalada de precios, el prolongado impacto de la pandemia de la COVID-19 y unas condiciones meteorológicas extremas como consecuencia de la crisis climática.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, alerta de que para muchos de los desplazados forzosos del mundo, el próximo invierno será un desafío mucho mayor que el de los últimos años. Muchas familias desplazadas no tendrán otra opción que elegir entre comida o calor, con dificultades para calentar sus hogares, conseguir ropa de abrigo y cocinar comida caliente.

En todo Oriente Medio, muchas personas sirias e iraquíes desplazadas tendrán que lidiar con un frío extremo y tormentas de nieve una vez más. Este puede ser el duodécimo invierno consecutivo para ellas en situación de desplazamiento. ACNUR estima que 3,4 millones de refugiados sirios e iraquíes y las personas desplazadas internas en Siria, Líbano, Jordania, Irak y Egipto necesitarán asistencia básica para preparar y afrontar el invierno.

En Líbano, donde la severa crisis económica está llevando a todo el mundo a una situación límite, nueve de cada diez personas refugiadas sirias ya están viviendo en la pobreza extrema que les fuerza a reducir la comida que pueden comprar y a no acceder a la atención médica que necesitan. Muchas se están endeudando cada vez más para tratar de cubrir sus necesidades básicas.

Millones de personas que han huido de sus hogares por la guerra de Ucrania se enfrentan a un invierno como desplazados o viviendo en hogares que han sido impactados por las bombas o edificios inadecuados para protegerles del frío intenso, con interrupciones en el suministro eléctrico, cortes de calefacción y de agua y pérdida de medios de vida.

En Afganistán, donde las temperaturas invernales pueden fácilmente bajar hasta los 25° bajo cero en todo el país, muchas personas desplazadas y familias afectadas por el conflicto quedarán expuestas a los elementos. El duro invierno llega en medio de un fuerte declive económico y solo unos meses después del terremoto de junio en las provincias de Paktika y Khost en el sureste, en el que miles de personas sufrieron pérdidas devastadoras y daños en sus hogares.

Al mismo tiempo que se está llevando a cabo un esfuerzo para contener la catástrofe humanitaria, las inundaciones repentinas y la sequía también siguen causando estragos en sus vidas, en sus propiedades y medios de vida, y algunas regiones de Afganistán siguen comunicando nuevos desplazamientos.

A pesar del aumento de las necesidades humanitarias, las perspectivas de financiación para los programas de ayuda y asistencia para salvar vidas siguen siendo sombrías. ACNUR se ha visto obligado recientemente a reducir programas esenciales en varios países.

ACNUR ha lanzado una campaña mundial de recaudación de fondos para el invierno para ayudar a las familias desplazadas forzosas, en las operaciones mencionadas con anterioridad, a satisfacer sus necesidades más urgentes durante los meses más fríos del año. Los fondos ayudarán a proporcionar ropas de abrigo, mantas térmicas, materiales para la reparación de sus casas, paneles y lámparas solares, bombonas de gas y ayudas en efectivo para cubrir otras necesidades esenciales cara al invierno, como la calefacción.


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