Cerrados caminos a la concertación en Venezuela
Los caminos a la concertación entre Gobierno y oposición en Venezuela están bloqueados, al menos ahora, cuando hoy una nueva ronda de conversaciones debía iniciarse en esta capital.
El pasado 6 de diciembre los delegados de la llamada Mesa de la Unidad Democrática (MUD) suspendieron su participación en las pláticas al alegar que el gobierno no cumplía los acuerdos alcanzados, algo refutado por las autoridades y diversos análisis.
Desde entonces, el clima se tensó y las posibilidades de proseguir las conversaciones se alejaron más, a la vez que las diferencias entre las partes se incrementaron, hasta llegar ahora a un ambiente donde hay denuncias de aprestos golpistas de la derecha y se incautan armas y explosivos a parlamentarios pertenecientes a grupos miembros de la MUD.
Todo parece indicar que este viernes nadie se sentará a la mesa de diálogo, pese a los llamados del chavismo a proseguir estos encuentros para bien del país y de la mayoría de los venezolanos, en última instancia los más afectados por la agresión económica que apoyan sectores de derecha con respaldo externo.
El miércoles, el secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, una figura de peso entre los facilitadores de estos encuentros, anunció que la próxima semana llegará a Caracas, para reactivar los esfuerzos de diálogo nacional entre sectores políticos del país.
En su cuenta en Twitter, el también expresidente de Colombia adelantó que dialogará con representantes del Gobierno venezolano, y de la MUD, junto a los demás facilitadores, la Santa Sede y los ex mandatarios José Luis Rodríguez Zapatero (España), Martín Torrijos (Panamá) y Leonel Fernández (República Dominicana).
Lo que ya es una realidad es que, al menos hoy, no habrá diálogo en parte porque en lo que va de año se profundizaron las tensiones entre gobierno y oposición.
Este lunes, por ejemplo, la oposición, mayoría en el Parlamento desde 2015, insistió en posiciones golpistas al acusar a Maduro de ‘abandono de cargo’, culparlo de la crisis que vive el país y exigir elecciones anticipadas, elementos que en su esencia violan la Carta Magna aprobada por la mayoría de los venezolanos.
El ruedo se mantiene idéntico a 2016 con una AN en desacato, según dictamen del Tribunal Supremo de Justicia, lo que aleja cada vez más las posibilidades de acuerdos luego de un promisorio documento suscrito por las partes después del 30 de octubre cuando se iniciaron estos contactos.
De proseguir este desencuentro, lo más probable es que los venezolanos lleguen a diciembre de 2018 cuando habrá elecciones presidenciales y las urnas hablen.
arc/lb