Presidente de Bolivia descarta eventual renuncia ante rumores
Una eventual renuncia del presidente de Bolivia, Luis Arce, está descartada hoy, según las propias palabras del dignatario durante una intervención acompañado de su gabinete de ministros desde la Casa Grande del Pueblo (sede gubernamental).

Con esa afirmación, Arce salió al paso a rumores la noche de este miércoles en un discurso en que anunció 10 medidas para enfrentar el problema de la provisión de carburantes, además de dejar en claro que Bolivia no está quebrada ni pide limosna sino créditos, y de rechazar una posible devaluación de la moneda nacional, así como el retiro de la subvención de los hidrocarburos.
En el mensaje al país, Arce detalló las 10 medidas orientadas a aminorar el impacto de los problemas de provisión de carburantes, entre ellos la jornada laboral continua en el sector público y privado, clases virtuales y aprovisionamiento de carburantes al sector productivo y público para la atención de emergencias.
Asimismo, en referencia directa a las especulaciones, Arce reiteró que no dimitirá al cargo al cual llegó con el 55,11 por ciento del voto ciudadano en 2020, e insistió en que su Gobierno tiene como prioridad el cuidado de la familia boliviana y su economía.
«(…) El problema que hoy enfrenta el país es muy simple, es la falta de liquidez de dólares transitoria que estamos enfrentando”, precisó.
Por decisión de los legisladores de la oposición, la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) mantiene bloqueados créditos valorados en más de mil 600 millones de dólares, que de ser aprobados, pueden dar liquidez de esa divisa a la economía para la compra de combustibles y cumplir otras obligaciones.
Según explicó la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, cuando son aprobados estos empréstitos, los dólares llegan al Banco Central de Bolivia (BCB) y de ahí salen a financiar obras en bolivianos, mientras la divisa se suma a las Reservas Internacionales Netas (RIN).
De esa forma, se destinan, por ejemplo, a la compra de combustible, en un contexto en que el país importa el 90 por ciento del diésel y 50 puntos porcentuales de gasolina.
“(…) Nosotros no estamos pidiendo más que los créditos que el Estado puede pagar, porque hoy el problema que enfrentamos no es que la economía esté quebrada, no es que estamos en una crisis económica, estamos enfrentando un problema de iliquidez de dólares norteamericanos, (…) de moneda extranjera, para pagar las importaciones de combustible”, ratificó Arce.
Subrayó que se requieren estos créditos para salir de este problema coyuntural, como lo admiten los propios precandidatos opositores a la presidencia, cuando hablan de pedir créditos, incluso al Fondo Monetarios Internacional de 12 mil millones de dólares y de cinco mil millones para enfrentar los problemas.
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