Al Mayadeen •  Internacional •  13/08/2024

“Israel” sólo tiene tres meses para arrastrar a Estados Unidos a una guerra con Irán

Netanyahu cree que los tres meses que quedan antes de las elecciones presidenciales estadounidenses son la última oportunidad para que “Israel” involucre a Washington en una guerra regional contra la República Islámica.

“Israel” sólo tiene tres meses para arrastrar a Estados Unidos a una guerra con Irán

El exdirector general del ministerio de Asuntos Exteriores israelí e investigador del Instituto de Estudios del Pueblo Judío, Avi Gil subrayó que el objetivo real y último del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu (y de “Israel”) es arrastrar a Estados Unidos a una guerra con Irán.

Gil afirmó que “Tel Aviv” está muy preocupada por el hecho de que tanto el partido Demócrata como el Republicano en Estados Unidos no quieran una confrontación con Irán, prefiriendo recurrir a la política de contención.

Así como añadió, que Netanyahu cree que los tres meses que quedan antes de las elecciones presidenciales estadounidenses son la última oportunidad para que “Israel” involucre a Washington en una guerra regional contra la República Islámica, porque “Tel Aviv” no puede librar esta batalla sola sin la participación de la maquinaria militar de EE. UU.

Las conclusiones de Gil se acercan a las que alcanzamos en el foro hace unos días y he aquí un recordatorio de estas:

Netanyahu: O es una guerra regional total o es un callejón sin salida estratégico e histórico.

Tal vez la valoración precisa de la reciente (y probablemente posterior, como veremos en breve) escalada israelí la proporcione el académico estadounidense y exfuncionario del Departamento de Estado Wali Nasr, quien señala: 

“Pensábamos que serían Vladimir Putin o Xi Jinping quienes aprovecharían la actual parálisis o vacío de poder en Estados Unidos (que suele surgir durante los últimos meses de cada elección presidencial) para implementar sus agendas, pero sorprendentemente, fue un aliado de Estados Unidos quien lo hizo: ‘Israel’”.

¿Por qué lo haría “Tel Aviv”?

No hace mucho, Benjamín Netanyahu y todo el gentío de funcionarios israelíes en el poder y en la oposición gritaban a voz en cuello día y noche exigiendo que Estados Unidos en primer lugar, y los países occidentales en general, tomaran medidas inmediatas para detener el desarrollo del programa nuclear iraní.

Cuando Netanyahu estaba en su reciente «gira» por Estados Unidos con el fin de conseguir apoyo  contra un Irán nuclear y no nuclear, el secretario de Estado, que presumió en “Tel Aviv” el 7 de octubre de ser judío, lo respaldo al declarar que la República Islámica estaba «a sólo una semana de una bomba nuclear».

Sin embargo, la administración estadounidense, aunque también es activa en la confrontación con Irán y su eje regional, la cual ha consolidado una alianza con Rusia y China, no quiere verse implicada en otra guerra en el Medio Oriente, no habiéndose recuperado de sus dolorosos y costosos traumas en Afganistán e Irak, y pretende trasladarse hacia el Asia/Pacífico para establecer un nuevo orden regional oriental (de Nueva Delhi a Haifa). 

Sin embargo “Israel”, a pesar de las excitantes tentaciones de establecer una paz política y una alianza militar con el país musulmán más importante (Arabia Saudita), le embarga un profundo temor y es el de perder el monopolio militar nuclear en el Medio Oriente a manos de Irán (y quizá más tarde que otros países como Turquía y Egipto) lo cual lo ha impulsado a lanzar ataques en todas direcciones para intentar arrastrar a Estados Unidos a una guerra a gran escala en la región.

Sobre el particular, señala Wali Nasr: «Tal vez Netanyahu haya decidido que ahora existe un verdadero vacío de poder en Estados Unidos y, por lo tanto, es el momento de actuar y cruzar muchas líneas rojas», aunque ello desemboque en una crisis geopolítica mucho más amplia.

Mientras que, el investigador del Consejo de Relaciones Exteriores, Jonathan Parris va más allá y señala: «‘Israel’ está muy preocupado por el progresivo desarrollo de las capacidades nucleares de Irán, y Estados Unidos, en su opinión, no está haciendo mucho al respecto, si yo fuera un israelí interesado en la disuasión, haría lo que » Tel Aviv» está haciendo ahora» (o sea procurar una escalada estratégica).

“Israel”, por lo tanto, hace todo lo posible para desencadenar una guerra regional a gran escala, pero no puede hacerlo sin la participación directa y activa de Estados Unidos.

Es cierto que la cuestión nuclear es la máxima prioridad en los cálculos israelíes y explica muchos de sus comportamientos actuales, pero no es la única prioridad, también está el factor que se produjo hace diez meses después del milagro de Gaza y que condujo a la grave erosión de la estrategia de disuasión de “Israel”: El eje de la resistencia en Palestina, Líbano y Yemen trasladó la batalla al corazón de “Israel” por primera vez desde 1948, sin que el estado hebreo pudiera resolver ni rápida ni efectivamente. 

Así nació el actual dilema estratégico israel que puede convertirse en un callejón sin salida histórico para todo el proyecto y la filosofía sionistas, si continúa el actual estado de desgaste.

¿Cuál es la solución? 

El antídoto no vendrá de la expansión de la guerra a Líbano, Cisjordania, Irak y Yemen y posiblemente Siria (hay información de que la resistencia en el frente sirio se está preparando para participar en la batalla con la anuencia rusa), esto se convertiría en una «Gran Gaza» para “Israel”.

Para la misma, la solución es una guerra regional total en la que el conflicto nuclear se funde con los conflictos clásicos.

Pero, tal como lo hemos dicho, ninguna guerra regional israelí es posible sin la maquinaria bélica estadounidense.

Aquí, debemos esperar a que el estado hebreo en crisis haga todo lo que sea posible, o cualquier cosa para arrastrar a esta maquinaría a la guerra con Irán, igual que lo hizo antes a la guerra de Irak en 2003 (en coordinación con los neoconservadores judíos) y antes a guerras directas e indirectas. 

¿Pero tendría éxito esta vez también? 

Esperemos a ver, pero parece que Netanyahu y el resto de la escuadra sionista, que ahora están en la sala de operaciones, no pueden esperar, porque son ellos, el aliado de Estados Unidos y no Putin o Xi Jinping como lo habíamos mencionado arriba, quienes buscan aprovechar el vacío de poder y el caos en Estados Unidos durante los tres próximos meses.


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