Mujeres protestan contra la enmienda que prohíbe aborto hasta en caso de violación en Brasil

De acuerdo con una investigación divulgada esta semana por la Agencia Patricia Galvão en asociación con el Instituto Locomotiva, 59% de la populación brasileira es favorable a la interrupción del embarazo en caso de violación.

María Clara Ferreira, estudiante de ciencias sociales y militante del Frente Feminista de Izquierda, explica que el objetivo del acto era de organizar a las mujeres y difundir información sobre la medida y el curso de la discusión en la Cámara de Diputados.

“Las mujeres estamos dando la respuesta de que no vamos a aceptar de ninguna forma ese retroceso en los derechos. Queremos más legalización del aborto, no menos legalización”, dice la estudiante.

Las manifestantes se concentraron en la Avenida Paulista, región central de la capital, para denunciar la propuesta que inicialmente iba a ampliar el derecho a licencia de maternidad en caso de nacimiento de bebés prematuros. Pero, durante el trámite de la medida, fue incluida la propuesta de criminalizar el aborto, incluso en los casos ya permitidos por la ley en el país. Por esa razón, la PEC 181 fue denominada “Caballo de Troya”.

En Brasilia, una carta firmada por feministas, dirigentes sindicales, artistas, diputadas y mujeres de otros los segmentos fue entregada al presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, del DEM de Rio de Janeiro, por el Frente Nacional por la Legalización del Aborto.

Frente a la Cámara Federal, mujeres protestaron antes del inicio de la sesión: “Violador no es padre; es criminal”, gritaban.

La psicóloga Nalu Faria, coordinadora general de Sempreviva Organización Feminista (SOF) e integrante de la Marcha Mundial de las Mujeres, considera que la medida va a penalizar aún más a las mujeres pobres, negras, jóvenes y campesinas en situación de aborto inseguro:

“Hoy en el nuestro país, así como en varios países en los que el aborto está penalizado, quien tiene dinero y puede pagar, se hace el aborto con tranquilidad. Y las que no pueden pagar y recurren al aborto inseguro, quedan con secuelas e incluso mueren. Lo que esta PEC conservadora quiere hacer, es justamente juzgar a las mujeres con un mayor grado de criminalización y de riesgo de vida.”

La comisión especial de la Cámara que analiza la propuesta aprobó el texto principal a comienzos del mes. Este martes y miércoles, los parlamentarios agendaron por tercera vez el análisis de los cambios a la propuesta.

En Brasilia, el Frente Nacional por la Legalización del Aborto entregó una carta al presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, del Partido Demócratas (DEM) de Rio de Janeiro. El mensaje contra la PEC 181 está firmado por feministas, dirigentes sindicales, artistas, diputadas y mujeres de otros los segmentos.

Para Junéia Martins Batista, Secretaria Nacional de la Mujer Trabajadora de la Central Única de Trabajadores – CUT y presidenta del Comité Mundial de Mujeres de la Internacional de Servicios Públicos, la PEC 181 refleja un giro al conservadurismo en Brasil. Ella recuerda además la influencia de la bancada evangélica, que tiene mayoría diputados hombres, sobre un conjunto de leyes que afectan la vida y la autonomía de las mujeres.

“En un día muy difícil, con una coyuntura muy difícil en que el país acabó de pasar por una reforma laboral que quita derechos a la clase trabajadora, pero en especial a las mujeres, con la posibilidad de la votación de la reforma de las pensiones que también quita aún más derechos”, afirma la dirigente.

Al fin de la tarde, las mujeres se juntaron a los actos de movilización contra la reforma de las Pensiones, convocada por los Frentes Brasil Popular y Pueblo Sin Miedo en el mismo local donde ocurría la vigilia.

Fuente: Brasil de Fato. Edición: Vanessa Martina Silva | Traducción: Pilar Troya