Australia. Más de 10 millones de hectáreas devastadas por las llamas
Los incendios que han consumido los bosques de Australia desde septiembre de 2019, han arrasado con más de 10 millones de hectáreas en todo el país, dejando un saldo de 28 personas fallecidas y más de mil millones de animales muertos, según reseñan medios locales.
El secretario de Medio Ambiente, de Nueva Gales del Sur, Matt Kean, indicó que en esa región unas 1.800 casas fueron incineradas en cinco millones de hectáreas haciendo que el hábitat de ualabíes haya sido arrasado por el fuego.
«Los ualabíes suelen sobrevivir a los fuegos, pero se quedan abandonados y con poco alimento natural, ya que el fuego destruye la vegetación en su rocoso hábitat», dijo Kean, citado por Prensa Latina.
Ante este escenario el profesor en Ecología Terrestre en la Universidad de Sidney y expresidente de la Real Sociedad Zoológica de esa entidad, Christopher Dickman,aseguró que los incontrolables incendios pueden acelerar la extinción de nuevas especies de mamíferos, pájaros y reptiles.
Algunos especialistas, advierten que unos mil 250 millones de animales han sido afectados siendo las especies como la rana Corroboree, la zarigüeya pigmea de montaña, la cacatúa lustrosa y el quol tigre los que más han sido atacados por las llamas.
Para restaurar la fauna afectada, el Gobierno australiano aportará 50 millones de dólares que equivalen a unos 31 millones de euros, para tratar animales heridos, proteger las especies que continúan siendo amenazadas y controlar los depredadores y parásitos, informó Sussan Ley, ministra de Medio Ambiente.
Los bomberos constantemente lanzan tubérculos desde helicópteros para alimentar a los animales salvajes sobrevivientes.
Los incendios forestales también han causado daños en el área de la industria ganadera que aporta a la economía australiana unos 11 mil millones de euros, y ha tenido la pérdida de 100 mil cabezas de ganado, según datos arrojados por la Federación Nacional de Agricultores.
Tanto los bomberos australianos, como organizaciones ambientalistas del interior y exterior del país han expresado con fuerza los efectos del cambio climático en la catástrofe, pese a las posiciones negacionistas adoptadas por el gobierno de turno.