Human Rights Watch solicita investigar operación israelí en Nuseirat

El exdirector ejecutivo de Human Rights Watch, Kenneth Roth, instó a la Corte Penal Internacional a investigar la redada de “Israel” en la operación de liberación de prisioneros en el campamento de  Nuseirat, a la luz de la enorme pérdida de vidas palestinas. 

A través de un artículo publicado en el periódico británico The Guardian, Roth denunció las violaciones del derecho internacional y explicó que la norma legal estipula que “el ejército se abstiene de lanzar un ataque si las pérdidas civiles esperadas son excesivas en comparación con las pérdidas militares tangibles, directas y esperadas”.

Roth evaluó la opción de llegar a un alto al fuego e intercambio de prisioneros; en ese sentido comparó la cifra de siete israelíes recuperados con vida por el ejército en operaciones militares y los más de 100 liberados como resultado del acuerdo en noviembre de 2023.

Igualmente, refutó la publicación hecha por el periódico The New York Times sobre la operación en Nuseirat al afirmar que «la Fuerza Aérea israelí atacó decenas de objetivos cercanos». 

En ese sentido, cuestionó: «¿Cuáles eran las docenas de objetivos cercanos? ¿Fueron capaces de atacar a los combatientes de Hamas con cierta precisión a la luz del caos que ocurrió? ¿Prevalecieron en ese momento, o simplemente arrojaron bombas en las zonas cercanas, con la esperanza de despejar el camino para que los rescatistas escaparan a pesar de que el área estaba llena de civiles?»

A la luz de estas preguntas, el exdirector ejecutivo de Human Rights Watch destacó la realización de una investigación independiente y subrayó que los ataques indiscriminados de la ocupación están clasificados como crímenes de guerra.

Según la prensa israelí, algunos miembros de las fuerzas de ocupación entraron en Nuseirat en un camión diseñado para parecer que transportaba muebles para los palestinos desplazados. 

En el texto publicado en The Guardian, Roth señaló que estas afirmaciones merecen escrutinio porque el camión era conducido por una mujer soldado y esto constituye un crimen de guerra por la prohibición de vestir ropa de civil durante operaciones militares.