Venezuela: Destructores de Unasur tendrán que rendir cuentas
El canciller venezolano lamenta la destrucción de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), asegurando que hubiese ayudado a frenar al nuevo coronavirus.
El ministro de Asuntos Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, afirmó el jueves que aquellos gobiernos que atacan constantemente a la Unión de Naciones Suramericanas y se empeñaron en destruirla alegando ficciones ideológicas, en cualquier momento tendrán que rendir cuentas ante sus pueblos y ante la historia.
“Cuán útil hubiese sido la Unasur para enfrentar en conjunto la pandemia (…) Las aguas volverán a su cauce”, indicó Arreaza en la red social Twitter.
La Unasur es un organismo de integración suramericano fundado en 2008, cuyo objetivo es “construir una identidad y ciudadanía suramericana y desarrollar un espacio regional integrado”, pero mantiene su participación suspendida desde abril de 2018 por la arrogancia de los gobiernos de algunos de sus países miembros.
El organismo, estuvo conformado inicialmente por Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela, pero actualmente solo cuatro países se mantienen como miembros.
La realidad de Unasur comenzó a transformarse tras el golpe de Estado contra el presidente paraguayo Fernando Lugo en 2012, cuando Estados Unidos diseñó una estrategia geopolítica dirigida a truncar los movimientos progresistas que se estaban desarrollando como alternativa al neoliberalismo en América Latina.
En 2018, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú y Paraguay decidieron retirarse del grupo, al igual que Ecuador en 2019 y Uruguay en 2020, impulsados por las presiones de los gobiernos de derecha contra el Gobierno de Venezuela.
Desde el inicio del brote del nuevo coronavirus, causante de la enfermedad COVID-19, los gobiernos de América Latina comenzaron a tomar medidas de forma asincrónica y heterogénea en cada territorio, cada uno, basados en sus propias experiencias epidemiológicas, en investigaciones de otros países fuera del continente o, simplemente, aplicando medidas de manera improvisada.
Ante tal situación, Brasil se ha convertido en el segundo país del mundo con más contagios (tras EE.UU.), con más de tres millones de casos de la enfermedad. Además, Ecuador, Chile, Perú y Bolivia viven escenas dramáticas ante sistemas públicos de salud precarizados y servicios sanitarios privados que aprovechan la enfermedad para lucrar con la vida de los más vulnerables.
Mientras tanto, la concepción interna de la Unasur comprendía diferentes estructuras que facilitaban la articulación entre los países de la región. Tal es el caso del Instituto Suramericano de Gobierno en Salud (ISAGS), creado para consensuar posiciones, realizar investigaciones y asesorar permanentemente a las autoridades sanitarias de los doce países miembros.
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