Activistas se manifiestan en la cumbre del clima y varias partes del mundo para exigir justicia climática

Las organizaciones ecologistas calculan que se movilizaron en Sharm el Sheij más de 500 personas en diferentes protestas que se sucedieron este sábado en la cumbre del clima de la ONU que estos días se celebra en la ciudad egipcia, donde exigieron compromisos de financiación para reparar los daños y las pérdidas ocasionadas por los impactos climáticos, así como mantener el objetivo de no superar el grado y medio de calentamiento del planeta.

Según explicó a EFE el coordinador de movilizaciones de Greenpeace, Pablo Chamorro, la mayoría de acciones y marchas ocurrieron en el interior del recinto de la COP27, tras un «consenso mayoritario» por parte de la sociedad civil de no usar el lugar que en esta cumbre del clima -a diferencia de las anteriores, donde sí se podía protestar en la calle- se había reservado para protestas.

«Estamos muy limitados en cuanto a la libertad de expresión por las guías que establece la ONU” para protestar dentro de la zona oficial de la cumbre, normas que por ejemplo impiden señalar a gobiernos específicos, explicó Chamorro.

Las reglas no difieren de las que establece normalmente la UNFCCC -la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático- para las protestas dentro de una cumbre del clima, matizó, pero lo habitual es que las movilizaciones ocurran en la calle, de manera que los activistas puedan reclamar lo que consideren.

«Todo fue muy delimitado en tiempo, espacio, consignas…», criticó por su parte Pedro Zorrilla desde Greenpeace, mientras que los jóvenes activistas que participaron en la marcha también se quejaron de la falta de libertad para alzar la voz y pedir acción climática a los países congregados en la COP27.

«Pedimos responsabilidad a los países del Norte Global para que paguen las pérdidas y daños por el cambio climático», resumió a EFE el activista indio Janmejai Tiwari, delegado de Global Young Greens, quien alegó sentirse satisfecho con la cantidad de gente movilizada este sábado junto a su grupo en Sharm el Sheij, si bien cree que, de haber podido manifestarse en la calle, habrían sido «muchos más».

La justicia climática «no puede lograrse sin derechos humanos», sentenció Tiwari, quien reclamó «liberar a todos los presos políticos que hay en Egipto», que se calcula rondan los 60.000 encarcelados.

También afeó la presencia de más de 600 delegados relacionados con la industria de los combustibles fósiles en la COP27, según reveló esta semana una investigación de Global Witness.

«No vemos que se esté presionando lo suficiente en acciones de mitigación», explicó por su parte Pablo Morente Acale, quien ha viajado a Sharm el Sheij junto a la delegación española, en representación del Consejo de la Juventud de España.

«Pedimos que se condone la deuda de los países vulnerables ante la crisis climática, para que puedan reforzar su economía», dijo, así como «más proactividad y contundencia en las negociaciones», además de agilizar procesos como el de pérdidas y daños y considerar aspectos como la salud mental, por ejemplo, pues el cambio climático ha hecho que los jóvenes hayan perdido la capacidad de proyectar su futuro.

Lo que les gustaría, agregó, es que a estas manifestaciones, que «parecen algo simbólico pero tienen mucho poder en un espacio como las Naciones Unidas», se sumaran también parte de las delegaciones de gobiernos, científicos y demás.

La activista climática Irene Vivas, que está en la COP27 con la delegación de Jóvenes Verdes Europeos, manifestó asimismo la importancia de protestar pese a que «el Gobierno egipcio no quiere» que estén «en sus calles» para ejercer presión en las negociaciones climáticas.

En su caso, se manifestó para exigir la protección del objetivo del 1,5 ºC, compromisos por parte de los países ricos y, en concreto, de los europeos, respecto al mecanismo de pérdidas y daños y que «se respeten los derechos humanos en cualquier sitio donde se celebre una cumbre».

También ha podido verse una manifestación encabezada por Sanaa Seif, hermana del activista británico-egipcio encarcelado Alaa Abdelfatah, condenado en 2021 a cinco años en prisión por «difundir noticias falsas» después de cumplir antes una condena de otro lustro por organizar una protesta.

Miles de personas salen a la calle para clamar justicia climática en España

Miles de personas han unido este sábado sus voces y se han manifestado en una veintena de ciudades de España con el objetivo de exigir «acciones reales» para alcanzar la justicia climática y energética, en el marco de la cumbre del Clima de Egipto (COP27), que acoge estos días la ciudad de Sharm el-Sheij.

Ciudades como Madrid, A Coruña, Gijón, Bilbao, Logroño, Pamplona, Zaragoza, Valencia, Murcia, Córdoba o Granada se han unido a la causa a través de concentraciones o pedaladas reivindicativas, entre otras acciones.

La marcha en Madrid, bajo el lema ‘Justicia climática y energética ya. Exigimos acción’, convocada por diversas organizaciones ecologistas reunidas en la Alianza por el Clima, junto con más de medio centenar de colectivos, ha arrancado a las 18:00 horas desde Atocha, en una tarde desapacible, con lluvia intermitente.

La manifestación en la capital de España, que ha congregado a más de 5.000 personas según los organizadores y a un millar de ciudadanos según datos de la Delegación del Gobierno en Madrid, ha concluido en la madrileña plaza de Colón, donde se ha leído un manifiesto.

«Todo lo que amas está en peligro»

Los manifestantes han portado carteles con lemas como “Todo lo que amas está en peligro” o “Cambiemos el sistema, no el clima” y han cantado consignas como “No hay planeta b” o “Es una emergencia, lo dice la ciencia”.

El portavoz de Alianza por el Clima, Mario Grande, ha asegurado que la COP27 se está celebrando en un clima de «represión y de estado policial» y ha apuntado que la crisis climática es también «una crisis de derechos humanos», en tanto que «casi media humanidad» está «en riesgo» por las secuelas de las inundaciones y las sequías.

La activista de Ecologistas en Acción, una de las organizaciones que participa en la movilización, Irene Rubiera, ha asegurado a EFE que en esta jornada se han producido acciones en diversas urbes españolas y movilizaciones internacionales, como suele ser normal al ser un fin de semana de tránsito en medio de las dos semanas de cumbre.

Este año, ha apuntado Rubiera, resulta «especialmente importante» que todo el mundo se manifieste en distintos lugares por los «problemas que se están produciendo en términos de derechos de protesta en Egipto».

Uno de los motivos de esta movilización, ha dicho, es la «evidencia del cambio climático», pues «la crisis ecológica está aquí para quedarse» si no se hace nada para detenerla.

Protestas en diferentes ciudades españolas

En Bilbao, decenas de personas de más de una veintena de colectivos ecologistas, sociales y sindicales se han concentrado para pedir a los Gobiernos central y vasco que emprendan acciones para evitar la actual «carrera hacia el abismo» en materia climática.

En Valencia, una manifestación apoyada por más de 80 entidades ha recorrido este sábado varias calles principales de la ciudad para exigir justicia climática y energética ante el cambio climático, así como medidas concretas para mitigar sus efectos.

Más de mil personas han asistido a la marcha que ha salido de la plaza de la Virgen y ha finalizado en la plaza del Ayuntamiento con la lectura de un manifiesto para instar a los gobiernos a acelerar la transición energética hacia un modelo eficiente, justo, democrático y renovable, que proteja a los más excluidos y garantice el acceso a un medio ambiente limpio y saludable.

Paseo en bicicleta en La Rioja

Ecologistas en Acción de La Rioja han organizado este viernes un paseo en bicicleta contra el cambio climático en la capital riojana, mientras que este sábado por la mañana ha tenido lugar un paseo andando contra el cambio climático, que ha partido del casco histórico de Logroño.

Zaragoza congregó este viernes a más de mil personas que recorrieron las calles de la ciudad para exigir a los gobiernos «justicia climática y energética ya» desde el convencimiento de que no se puede esperar más, que el tiempo se acaba y que es urgente pasar de las palabras a la acción; al finalizar la marcha, la cantautora María José Hernández leyó un manifiesto.

*Con información de Agencias.