Albiol reclama a PP y PSOE que acepten someter el CETA a un referéndum antes de que llegue al Congreso
La portavoz de IU en Bruselas sostiene que "un tratado internacional de estas características, que afecta de manera tan profunda a nuestra soberanía y a nuestra legislación, debe tener en cuenta la opinión de todos los ciudadanos y ciudadanas".
La portavoz de Izquierda Unida en el Parlamento Europeo, Marina Albiol, ha instado este jueves a PP y PSOE a someter el Acuerdo Económico y Comercial Global (CETA) entre la Unión Europea y Canadá a un referéndum en el Estado español antes de que el texto llegue al Congreso para su ratificación. En su opinión, “un tratado internacional de estas características, que afecta de manera tan profunda a nuestra soberanía y a nuestra legislación, debe tener en cuenta la opinión de todos los ciudadanos y ciudadanas, que serán los verdaderos afectados”.
Ayer, “después de que PP, PSOE y Ciudadanos votaran a favor del CETA en el Parlamento Europeo, lo dijimos claro: hemos perdido una votación, pero es el momento de reforzar y apoyar la movilización en el Estado”. Albiol ha recordado que el apoyo de esos partidos “se produce después de unas negociaciones totalmente opacas” y que su ratificación en la Eurocámara “se ha hecho antes de que pasara por los parlamentos estatales, para imponer su aplicación provisional”.
Esto es debido a que, ante la presión de las movilizaciones y plataformas europeas contra el CETA y las reticencias del Parlamento belga de Valonia a darle el visto bueno, la Comisión Europea se vio en la obligación de dar al acuerdo con Canadá la clasificación de tratado mixto. Es decir, que debe ser aprobado en los parlamentos de todos los Estados miembros.
“Socialistas, conservadores y liberales sostienen que el CETA es el acuerdo más progresista que ha firmado jamás la UE y nosotros creemos que no puede haber nada más progresista que darle la palabra al pueblo”, explica.
La eurodiputada insiste en que “el referéndum sería la opción perfecta”, porque “permitiría hacer una campaña en todo el Estado explicando punto por punto las consecuencias” de la aprobación del CETA y serviría “para impulsar el gran trabajo que han venido haciendo plataformas, movimientos y organizaciones sociales, políticas y sindicales”.
“Creo que no estamos pidiendo nada extraño. No se cansan de insistir en que el CETA es progresista, así que si es así, no deberían tener miedo a que todo el mundo vote”, sentencia.