Líder de la comunidad musulmana de EEUU culpa a Trump del aumento de la islamofobia
Nihad Awad, director del Consejo de Relaciones Estadounidense-Islámicas, culpa al presidente estadounidense Donald Trump del ‘fuerte aumento’ de la islamofobia, tras el ataque terrorista en Nueva Zelanda.
Brenton Tarrant, uno de los participantes en los ataques perpetrados el viernes contra dos mezquitas de Nueva Zelanda, se describe a sí mismo como un “xenófobo” y “fascista” que admira a Trump, a quien considera un “símbolo de la identidad blanca renovada”, y asegura que él y el mandatario comparten “el mismo objetivo”.
En reacción a estas declaraciones, el director del Consejo de Relaciones Estadounidense-Islámicas (CAIR, por sus siglas en inglés), Nihad Awad, denunció en la misma jornada que Trump “ha normalizado” la islamofobia en medio de un aumento internacional de la ideología de la supremacía blanca.
“En los ataques de muchos supremacistas blancos contra la comunidad estadounidense-musulmana, los atacantes citan a Trump y citan sus políticas”, lamentó Awad en una rueda de prensa en Washington (capital estadounidense).
Por otro lado, el líder de la oenegé pro derechos civiles y de apoyo a los musulmanes con sede en Washington advirtió de que las políticas y declaraciones del inquilino de la Casa Blanca tienen implicaciones más allá de las fronteras de Estados Unidos.
Los tiroteos en dos mezquitas de la ciudad neozelandesa de Christchurch, en la Isla del Sur, se saldaron con la vida de al menos 49 personas y dejaron más de medio centenar de heridos. Una situación que ha provocado la ira y la condena en todo el mundo.
En los últimos años, los ataques islamófobos de extrema derecha han ido en aumento en diferentes países occidentales, como Estados Unidos, Francia, España y Alemania.
La ola de islamofobia y odio racial ha aumentado también en Australia —país de origen del autor del atentado de Nueva Zelanda—, donde según un estudio elaborado por la Universidad de Sídney Occidental, la Universidad de Charles Sturt y la Academia de Ciencias Islámicas de Investigación (todas australianas), los musulmanes sufren de tres a cinco veces más racismo y discriminación que el resto de la población.