Varapalo de la ONU a Marruecos: que ponga en libertad a un preso político saharaui que lleva 14 años en prisión

Yahya Mohamed Elhafed Iaazza es actualmente el preso político saharaui que más tiempo lleva encarcelado. Cuando le queda un año para cumplir los quince a que fue condenado, el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la ONU (GTDA) determina en un dictamen la sarta de violaciones de derecho que llevaron a esta condena y pide su liberación urgente.

El grupo de apoyo de Ginebra para la Protección y la promoción de los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental celebra este dictamen e insta a las autoridades marroquíes a que liberen a Iaazza. La abogada que ha representado a Iaazza es la Sra. Tone Sørfonn Moe, miembro del Norwegian Support Committee for Western Sahara.

Iaazza, de 55 años, defensor de los derechos humanos, fue presidente de CODESA (Colectivo de defensores saharauis de derechos humanos) en Tan-Tan.

El 27 de febrero de 2008, día de la celebración de la proclamación de la RASD, Iaazza participó en la organización de la manifestación, pero no estuvo en ella por tener su tienda abierta. Llegó la policía tirando piedras a los manifestantes, que contestaron de la misma manera, alcanzando una piedra a un policía que le causó heridas mortales.

Dos días después, Iaazza y otros 20 activistas saharauis fueron detenidos sin orden de arresto. 9 fueron juzgados.

En comisaría, según relato de la familia, Iaazza fue torturado con electroshock, desgarro de uñas, violaciones y golpes. Se le sometió a un interrogatorio de naturaleza política sobre sus lazos con el Frente Polisario y el Ministerio saharaui de los Territorios Ocupados. Durante cuatro días estuvo desnudo, sin comida ni agua y sin la presencia de un abogado.

Los atestados de la policía le tachaban de separatista peligroso, miembro de una organización criminal que debe ser reprimida para dar ejemplo.

Iaazza no fue considerado culpable de homicidio, pero fue condenado a quince años de cárcel por haber congregado a militantes saharauis en una manifestación que llevó a la muerte de un policía.

Tras la condena siguieron los malos tratos. Hasta octubre de 2008 no pudo ver a su familia.

La apelación se pospuso en varias ocasiones hasta el 12 de mayo de 2009. Iaazza hizo una huelga de hambre de 62 días que le dejó secuelas. El juez acusó a Iaazza de ser un separatista que habría pagado a gente para asistir a la manifestación.

Detención arbitraria

El Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de las Naciones Unidas acusa a Marruecos en su dictamen de infringir diversos artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y del Pacto internacional relativo a los derechos civiles y políticos. Pide la liberación inmediata de Iaazza por haber estado sometido a un procedimiento injusto. Se ha basado en los siguientes puntos:

-Dos semanas en aislamiento, sin acceso a su abogado para preparar su defensa hasta la apertura del juicio. Después, ninguna privacidad por las escuchas y la interrupción de sus conversaciones por los carceleros.

-Violación del derecho de tiempo y facilidades necesarias a la preparación de la defensa y comunicar con el abogado de su elección.

-El tribunal no permitió algunos testigos de la defensa. El abogado de la defensa mencionó que Tan-Tan formaba parte del Sahara Occidental, y los magistrados le obligaron a retractarse bajo pena de diligencias penales.

-En cuanto a las confesiones hechas bajo tortura, en ausencia de un abogado, no se consideran pruebas. Una declaración obtenida por tortura admitida como prueba invalida el procedimiento, independientemente de otras pruebas que corroboraran la sentencia.

-Las torturas no fueron investigadas por el juez y el estar torturado quitó a Iaazza capacidad para rebatir los fundamentos de su detención.

– El tribunal no era independiente.

El Grupo de Trabajo establece que Iaazza fue detenido por haber ejercido su derecho a la libertad de expresión, de participación en los asuntos públicos y de reunión pacífica, y por su condición de saharaui y de sus opiniones políticas relativas al derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui. Simboliza la persecución sistemática de que son víctimas todos los saharauis.

El Grupo de Trabajo remite el asunto a otros cinco relatores de NNUU por la conexión de los hechos protagonizados por Marruecos.

El Grupo de Trabajo pide la liberación inmediata de Iaazza y una indemnización. Pide medidas urgentes para la liberación, dada la amenaza del COVID-19 en los lugares de detención.

Pide investigación sobre los responsables de estos atropellos y que Marruecos le informe si ha modificado su legislación o su práctica para hacerlas compatibles con las obligaciones impuestas por el derecho internacional.