Milanés, Rita, Lecuona y Haydee: Cuatro espíritus de luz a la escena cubana
Los ha traído un grupo de jóvenes actores y bailarines que, usando como pretexto la Beca de creación Santa Camila de la Habana Vieja de la filial matancera de la UNEAC, han elaborado una misa elocuente, emotiva y justa, para estas cuatro almas imprescindibles de la historia y el arte cubanos: José Jacinto Milanés, Rita Montaner, Ernesto Lecuona y Haydee Santamaría.
El proyecto de Teatro Coreográfico “Cuatro”, fue estrenado el pasado sábado 7 de enero en la Sala Pepe Camejo de Matanzas, a la buena sombra de Teatro de las Estaciones y con la colaboración, siempre mágica, de Rubén Darío Salazar y Zenén Calero, quienes perfeccionan desde el arte la polémica gracia del rey Midas: todo lo que tocan lo convierten en oro.
Yadiel Durán como José Jacinto Milanés y María Laura Germásn como Rita Montaner
Precisamente a ellos les agradece Yadiel Durán, ganador de la Beca y quien tuvo a su cargo la coreografía y la selección musical: “ha sido un trabajo súper difícil, de hecho, si no hubiera contado con el apoyo de Rubén y de Zenén, acá en el Teatro de las Estaciones, que nos brindaron el espacio desde el principio del proyecto para trabajar y, además, estando ellos fuera, asesorándonos todo el tiempo, no hubiese sido posible lograrlo, porque estar dentro del espectáculo y a la vez estar determinando cosas es muy complicado…”
Y es que Yadiel, bailarín del conjunto Danza Espiral, ha incursionado también en la actuación y ahora encarnó el personaje de José Jacinto Milanés, dentro de este espectáculo en el que el público puede notar una virtud germinal: “esta ha sido una creación colectiva, aquí aportó todo el mundo, o sea, no fue que yo dije: va a ser así y ya, para nada, como ha dicho Rubén esto ha sido un laboratorio constante, donde cada uno pone ideas y después entre todos llegamos a un consenso, así fue como se armó el espectáculo, no teníamos un guión desde un principio, o sea, a partir de la investigación sobre estos cuatro personajes fuimos conformando las historias, los encuentros que iban a tener…”
Sobre los orígenes de un resultado que se agradece racional y espiritualmente comentó Yadiel: “El proyecto solamente se titulaba Cuatro, sí teníamos claro que iba a ser para cuatro personalidades cubanas, lo que no sabíamos cuáles y en medio de seleccionar a quiénes y por qué, creo que asumimos el reto de escoger a estos cuatro personajes porque en sí uno con otro no tenían muchas conexiones y eso fue lo que nos resultó interesante, solo tenían ciertas cercanías Lecuona y Rita porque trabajaron juntos, pero ni Haydee, ni Milanés mucho menos y ese fue entonces el reto, ver cómo nosotros podíamos hacer coincidir a estos cuatro personajes en tiempo y espacio…”
Pero el reto es una atracción natural para los jóvenes, así que Anis Estévez Rodríguez, con sus casi 20 años se decidió a salir de su zona de confort profesional que es el baile para actuar y, como si fuera poco, asumir la responsabilidad de hacerle justicia a la hermana de Abel, la “madrina” de la Nueva Trova, a la madre de la Casa de de las Américas: Haydee Santamaría:
“Al principio me era muy difícil, yo pienso que el personaje lo he ido sacando poco a poco con mucho ensayo, mucho entrenamiento. Llegar a Haydee Santamaría es súper difícil, porque era una mujer tan cuerda y contenida y a la vez tan sencilla, tan sensible, tan humana, que normalmente par un actor es complicado expresar un personaje así, para mí más.”
Así lo confesó justo después del estreno y agregó: “Combinar el baile con la actuación también es muy difícil, porque de repente estás agitado y sacar la voz de donde no la tienes cuesta, pero trabajamos bastante y les agradezco mucho a Yadiel, María Laura, Iván, la confianza, la paciencia, la ayuda en mi preparación. Me encanta trabajar con ellos, porque hay mucha química entre nosotros desde el principio. Me siento muy satisfecha del trabajo que he estado haciendo aunque, por supuesto, hay que dar más, siempre hay que dar más.”
Iván García tiene premios de actuación y ha estado coleccionando aplausos merecidos hace mucho. Precisamente como parte de las puestas de Teatro de las Estaciones ha encarnado la arrogancia y la desolación del Rey en Los Dos Príncipes, la sabiduría del Viejo Simón en aquel folclórico y bello Barrio Barroco, pero revivir a Ernesto Lecuona han sido palabras mayores:
“¿Para mí lo más difícil? Bailar. Enfrentarme al trabajo de la danza y, aunque no lo creas, también el personaje de Lecuona, porque en el momento en el que comenzamos no teníamos mucha historia a la que recurrir, no teníamos toda la bibliografía, después afortunadamente nos encontramos dos tomos de sus cartas y eso fue ya lo que consolidó el monólogo, los textos y, por supuesto, la configuración del personaje. “
Lo más difícil se resolvió en un trabajo de equipo que no le tiró la toalla a nadie, pero los salvó a todos, así luce sobre las tablas y la conversación con Iván me lo confirma: “Todas las coreografías cambiaron una y otra vez, en parte porque había que trabajar mucho todas las limitaciones de nosotros que no tenemos la técnica de la danza, del ballet, que tienen Anisleidis y Yadiel, entonces lo más riesgoso era hacer las coreografías parejas, a la par de ellos, así que hubo que irlas modificando durante todo este trabajo largo de ocho o nueve meses.”
Para este muchacho del que ya puede decirse que es un actor con experiencia, hay una verdad como un templo: “Estoy tranquilo, pero todavía no ha terminado, ahora es que empieza a modificarse en el enfrentamiento con el público…”
Y quién no quiere ser la única, preguntaba María Laura Germán en la apertura del espectáculo, pues así como ella la imaginó y nos las presenta muchas responderíamos. ¿tú? Y yo también, pero la novísima dramaturga, actriz y ahora bailarina ya lo sabía, de hecho, nos tendió una “trampa”:
“Yo creo que más que bailar, porque al final es un proceso también del cuerpo y como quiera que sea se va trabajando con el tiempo, yo creo que una de las cosas más difíciles fue trabajar a Rita Montaner, o sea, cómo hacer a esta mujer que físicamente no tiene casi nada que ver conmigo, que se ha interpretado muy poco en las artes escénicas y tal vez no siempre de la manera más acertada, de la manera en que a uno le gustaría verla, entonces uno siempre se hace esa pregunta: cuál es la manera en que a la gente le gustaría ver a Rita y llegar a ese proceso de comunión con ese personaje, o sea, saldar esa deuda de cómo la ves tú, cómo la imaginas, cuáles son las soluciones que podría tener, ya habíamos dicho que este espectáculo no es una biografía explícita de cada personaje, no, es más una re- visitación, es más un homenaje.”
Cuatro no estaba escrito, se fue creando texto y puesta al mismo tiempo, sobre esto comento María Laura: “Trabajar los textos de esta forma, que no es la primera vez que lo hago, siempre tiene dos caras, una que es muy conflictiva, porque van llegando materiales, se van desechando materiales y a partir del que llega y el que se desecha tal vez no se quedan ninguno de los dos y hay que buscar uno nuevo, a veces hay que rescatar alguno, en dependencia de cómo la creación colectiva vaya armando el espectáculo. La parte buena es que es un proceso donde influye todo el mundo y tienes que estar muy a la viva, de una frase que de pronto sale en un ensayo lo que se puede aprovechar, tienes que estudiarlo todo además de tu personaje y eso para mí como dramaturga por supuesto que es una experiencia maravillosa”
Ella tiene una razón fundamental para sentirse feliz y satisfecha: “creo que logramos levantar a los cuatro espíritus como estábamos buscando.”
https://cyohueso.wordpress.com/2017/01/16/milanes-rita-lecuona-y-haydee-cuatro-espiritus-de-luz-a-la-escena-cubana/