Damasco condena sanciones de EEUU contra sector sanitario sirio
EE.UU. sigue su política draconiana contra los sirios con el fin de prolongar el sufrimiento, esta vez, las nuevas restricciones apuntan al sector de salud.
La Administración estadounidense pone entre las cuerdas la salud de los sirios con más medidas coercitivas unilaterales, según ha informado este lunes la agencia siria oficial de noticias, SANA.
“Siria condena en los términos más enérgicos las medidas aprobadas por la llamada Oficina de Industria y Seguridad” (BIS) del Departamento de Comercio de Estados Unidos contra el sector de la salud sirio”, indica el Ministerio de Asuntos Exteriores del país árabe, mediante un comunicado.
La nueva tanda de sanciones se direcciona a la venta de equipos o la prestación de servicios, apoyo o repuestos que requiere un gran número de hospitales públicos y privados.
La nota condena el impacto de la medida, ya que millones de sirios reciben atención médica en hospitales públicos. “El ataque a los hospitales que brindan servicios de salud a millones de sirios, incluido el Hospital de Niños, necesita una acción urgente de las Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud y el Comité Internacional de la Cruz Roja para poner fin a estas acciones hostiles”, exhorta.
“Estas medidas representan una violación flagrante de las disposiciones de la ley Internacional y el derecho humanitario, y obstaculizan los esfuerzos del Gobierno sirio y las organizaciones internacionales que operan en el campo humanitario para mejorar la calidad de vida y brindar atención médica a los sirios”, concluye el comunicado.
¿Por qué estas medidas rompen el marco legal, en especial César?
Estados Unidos reitera que las restricciones que impone a una serie de países contemplan exenciones humanitarias a los sectores afectados, pero por sistema estas se aplican a los sectores energéticos, sobre todo facilitan las ventas o la usurpación de los combustibles fósiles como el petróleo.
La comunidad internacional frunció el ceño cuando el 4 de febrero de 2021, el Gobierno de Joe Biden reiteró que seguiría aplicando la draconiana Ley César, por ende, prolongando el sufrimiento del pueblo sirio, e inhabilitando la reconstrucción del país.
La “Ley César”, aprobada en diciembre de 2019 por el Congreso y el Gobierno de Estados Unidos, entonces presidido por Donald Trump, se considera la más severa contra un pueblo que sufre, autoriza la imposición de sanciones adicionales a los altos dirigentes de este país, incluido el presidente sirio, Bashar al-Asad, así como a las entidades financieras sirias y sus colaboradores extranjeros.
Hay que recordar que esta ley entró en vigor en medio de la pandemia de la COVID-19.
El hecho es reconocido incluso por Alena Douhan, relatora especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el impacto negativo de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos en 2020.
“Lo que más me preocupa es la forma en que la Ley César atenta contra los derechos humanos, entre ellos los derechos del pueblo sirio a la vivienda, a la salud y a un nivel de vida y desarrollo adecuados. El Gobierno de los Estados Unidos no debe obstaculizar la reconstrucción de los hospitales porque la falta de atención médica amenaza el propio derecho a la vida de toda la población”, lamentó.
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