Hispan TV •  Internacional •  17/11/2017

‘Horrores que nunca olvidaré’: los quemaron vivos por ser rohingyas

Una ONG revela este viernes una terrorífica información: mujeres y niños de la minoría musulmana birmana están siendo quemados vivos y sufren violaciones diarias.

‘Horrores que nunca olvidaré’: los quemaron vivos por ser rohingyas

“Vi a un militar echar gasolina sobre una mujer embarazada. Luego le prendió fuego. Otro militar arrancó a un bebé de los brazos de su madre y lo arrojó al fuego. Su nombre era Sahab y ni siquiera tenía un año. Nunca olvidaré sus gritos”, contó una joven rohingya llamada Rehema, de 24 años, a la organización no gubernamental Save the Children.

Esta organización ha puesto de manifiesto la violencia sistemática de la que son objetivos los rohingyas en Myanmar (Birmania) en un informe titulado ‘Horrores que nunca olvidaré’, elaborado tras entrevistarse con las víctimas de lo que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) llama “limpieza étnica”.

Las mujeres rohingyas, que huyeron de Myanmar al país vecino Bangladés en busca de refugios, narran en este informe las violaciones sexuales y agresiones que sufrieron por parte de las fuerzas de seguridad birmanas. Ellas sufren todavía las heridas que les causaron las tropas birmanas.

Hosan, de 12 años, contó cómo huyó tras el ataque del Ejército birmano a su pueblo, y en su camino encontró un embalse en el que vio al menos 50 cadáveres flotando. “No puedo olvidar el olor de las casas en llamas o la imagen de los cuerpos hinchados”, se lamentó.

La directora general de Save the Children, Helle Thorning-Schmidt, que ha visitado a los refugiados rohingya en Cox Bazar en Bangladés, ha asegurado que los niños rohingyas “están profundamente traumatizados por lo que han visto y experimentado, cosas que nadie debería vivir”, incluyendo masacres, violaciones múltiples o a miembros de su familia mientras les quemaban vivos.

Thorning-Schmidt ha recordado los desalojos forzosos que han sufrido las más de 600.000 personas rohingyas que llegaron a Bangladés desde el 25 de agosto. De ellas, casi el 60 por ciento son niños, por lo que ha calificado esta situación de “una emergencia infantil”, pues ha exigido que la comunidad internacional colabore con todas sus “vías financieras y diplomáticas” para poner fin a esta crisis y proteger a los menores.

Para acabar, Thorning-Schmidt ha explicado que el propósito de la ONG que dirige es “poner fin de inmediato a la violencia”, al exhortar que los responsables de estos sufrimientos sean juzgados ante la Justicia. Además, solicitó el acceso de la ayuda humanitaria en el estado de Rajine (suroeste de Myanmar), de donde vienen los rohingyas desplazados y donde todavía viven muchas personas de esta minoría musulmana, de cuya situación no hay informaciones.

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