Agencias •  Al Mayadeen •  Internacional •  17/11/2023

Morir de hambre: otro enemigo del pueblo en la Franja de Gaza

La falta de combustible y agua impide cocinar los pocos alimentos aún disponibles y ya dejaron de funcionar las 23 panaderías. La ayuda externa aún es muy escasa, reclamó representante del Programa Mundial de Alimentos.

Morir de hambre: otro enemigo del pueblo en la Franja de Gaza

La infraestructura alimentaria en la Franja de Gaza dejó de funcionar, y la población corre un alto riesgo de morir de hambre, denunció este jueves el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (PMA).

El  representante y director del Programa en Palestina, Samer Abdeljabe, enfatizó en la interrupción de las cadenas de suministro como un revés catastrófico en una situación ya grave por la violencia circundante.

La población desespera al verse privada de las necesidades más básicas, y sin acceso al combustible, la capacidad para suministrar pan a los necesitados o transportar alimentos se ve comprometida.

Ese estado extremo de desabastecimiento paralizó la vida en Gaza. «La gente se muere de hambre», aseveró el funcionario de la ONU.

La ayuda externa es vital, y hasta ahora escasa. De los mil 129 camiones llegados a través del paso fronterizo de Rafa desde el 21 de octubre, sólo 447 transportaban alimentos, lo cual equivale apenas al siete por ciento de las necesidades mínimas diarias de la población, detalló el representante del PMA. 

Por esa razón, es imprescindible la apertura de nuevos pasos fronterizos con prioridad para transportar alimento, combustible y agua, reclamó el experto.

Un ejemplo de la gravedad de la crisis en Gaza es el cierre de sus panaderías: de 23 en funcionamiento hasta el 7 de octubre, hoy no queda ninguna, por los bombardeos o por falta de recursos para elaborar el preciado alimento.

Además, apenas funciona una cuarta parte de los establecimientos comerciales que cooperaban con el PMA, pues el resto ya no dispone de alimentos esenciales. También los mercados locales cerraron, y los pocos alimentos que aparecen no hay forma de cocinarlos.

La escasez de combustible es otro de los graves problemas, pues paraliza la elaboración y distribución de la asistencia alimentaria. Algunos camiones llegaron el pasado martes desde Egipto, pero los suministros no pudieron llegar a los civiles en los refugios debido a la falta de combustible para los vehículos de distribución. 

El PMA proporcionó, desde el mes pasado, asistencia alimentaria de emergencia a más de 700 mil personas desplazadas en Gaza y tiene planes de ampliarla para llegar a más de un millón en las próximas semanas.

Para lograrlo depende de corredores de suministro crecientes y sostenidos hacia Gaza, la posibilidad de rotar al personal dentro y fuera con acceso humanitario seguro, y un apoyo continuo de países y organizaciones donantes. 


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