Cuba-EE.UU: los desafíos de la normalización, dos años después
Hace hoy dos años, el 17 de diciembre de 2014, el presidente cubano Raúl Castro y su homólogo estadounidense, Barack Obama, informaron sobre la decisión de restablecer los nexos diplomáticos bilaterales.
Los tres antiterroristas cubanos presos desde septiembre de 1998: Antonio Guerrero, Ramón Labañino y Gerardo Hernández, salieron ese día de las cárceles norteamericanas.
René González y Fernando González, que también conformaban el grupo internacionalmente conocido como Los Cinco, fueron liberados antes, tras cumplir sus condenas.
El 22 de enero de 2015 tuvieron lugar en el Palacio de Convenciones de La Habana conversaciones presididas por la Directora General de Estados Unidos de la cancillería cubana, Josefina Vidal y la secretaria asistente del Departamento de Estado para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson.
Entretanto, el encuentro entre los presidentes Raúl Castro y Barack Obama el 11 de abril del mismo año en la capital panameña, durante la VII Cumbre de las Américas, marcó otro momento importante.
En los meses subsiguientes continuó este proceso y el 20 de julio de 2015 quedaron restablecidas las relaciones diplomáticas, por lo que las secciones intereses en las respectivas capitales se convirtieron en embajadas.
La visita del secretario de Estado, John Kerry, un mes después y la conformación de la comisión bilateral -que hasta hoy realizó cinco encuentros- para evaluar la marcha de los acuerdos entre ambas naciones, marcaron también la nueva etapa.
Las autoridades de la nación caribeña reiteraron que el principal obstáculo en los vínculos bilaterales es el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Washington hace más de medio siglo.
Otro de los muchos asuntos pendientes es que Estados Unidos devuelva a Cuba el territorio ocupado por la base naval de Guantánamo, aunque la Casa Blanca se niega a tener este tema en la mesa de negociaciones.
La visita de Obama en marzo de 2016 y la firma en meses posteriores de acuerdos en materia de salud, la reanudación de los vuelos comerciales regulares, y la celebración de diálogos sobre asuntos clave también fueron escalones decisivos.
Sin embargo, a pesar de estos avances, Obama hizo mucho menos de lo que podía, teniendo en cuenta las amplias facultades ejecutivas que posee y que le permiten reducir el bloqueo a su mínima expresión.
No obstante, el pasado 7 de diciembre Josefina Vidal ratificó la voluntad de Cuba de continuar este proceso y expresó su esperanza de que el presidente electo, Donald Trump, tenga en cuenta, cuando asuma la jefatura de Estado el 20 de enero próximo, lo logrado desde el 17 de diciembre de 2014.
arc/rgh