Redacción •  Roland Schoenbauer / ACNUR •  Internacional •  18/01/2020

ACNUR pide solidaridad internacional con las personas refugiadas y las comunidades de acogida en Sudán

La Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR, pide un mayor apoyo para Sudán con la presentación de un nuevo llamamiento que busca recaudar 477 millones de dólares estadounidenses para ayudar en 2020 a más de 900.000 refugiados en el país y a cerca de 250.000 sudaneses que los acogen.

ACNUR pide solidaridad internacional con las personas refugiadas y las comunidades de acogida en Sudán

El Plan de Respuesta para los Refugiados en Sudán, presentado esta semana en Jartum, prevé el desarrollo de actividades humanitarias por parte de ACNUR junto con más de 30 socios.

Sudán cuenta con una extensa trayectoria como país de acogida de personas refugiadas y solicitantes de asilo, pero el país también hace frente a su propia situación de desplazamiento interno, así como a una fuerte crisis económica. El llamamiento de ACNUR llega en un momento coyuntural marcado por una transición política histórica en el país, que necesita de la solidaridad internacional para alcanzar la paz y estabilidad.

El mayor grupo de refugiados en Sudán lo conforman cerca de 840.000 personas de Sudán del Sur que comenzaron a llegar desde 2013. Los recursos también son necesarios para atender a refugiados de otras nueve nacionalidades que han llegado a Sudán buscando protección y huyendo de la violencia y la persecución.

Mientras tanto, a Sudán siguen llegando refugiados. En Darfur, debido al flujo constante de llegadas de refugiados de la República Centroafricana hacia zonas remotas de los estados de Darfur del Sur y Darfur Central, el número de personas refugiadas ha pasado de algo más de 5.000 a cerca de 17.000 en solo tres meses -desde septiembre de 2019-.

Las personas refugiadas en Sudán se encuentran ubicadas en unos 130 emplazamientos repartidos por los 18 estados que conforman el país. Cerca del 70% vive fuera de los campamentos, en aldeas, pueblos o asentamientos. La mayoría de estos refugiados y solicitantes de asilo viven en las regiones más pobres del país, donde las comunidades de acogida también viven en condiciones marcadas por un índice alto de pobreza y pocas oportunidades de acceso a medios de vida.

Si bien las personas refugiadas a menudo se benefician de la generosidad de las comunidades locales que les acogen, la situación ha empeorado por la actual crisis económica en Sudán y la consecuente escasez de recursos.

ACNUR también participa en las acciones coordinadas con otras agencias humanitarias para ofrecer asistencia a cerca de 1,9 millones de personas desplazadas internas en Sudán, liderando los esfuerzos en materia de protección y trabajando por los derechos de las personas desplazadas, proporcionando alojamiento de emergencia y en la distribución de ayuda humanitaria. Desde el año pasado, el gobierno de transición ha facilitado la distribución de asistencia en zonas a las que antes no llegaba el personal humanitario, como en algunas partes de los estados de Kordofán del Sur y Nilo Azul, o la región montañosa de Jebel Marra en Darfur. 

Los años de conflicto e inestabilidad en el país han causado el desplazamiento de más de 600.000 sudaneses que han buscado refugio en otros países vecinos, entre ellos más de 300.000 refugiados procedentes de Darfur que se encuentran en el este de Chad. Desde la firma del acuerdo tripartito entre el gobierno de Sudán, el gobierno de Chad y ACNUR en mayo de 2017, unos 4.000 refugiados sudaneses han optado por retornar a sus hogares, y se espera que más personas regresen durante este año.

En 2019, la operación de ACNUR en Sudán apenas recibió el 32% de los 269 millones de dólares estadounidenses que necesitaba, por lo que siguió siendo una de las operaciones a nivel mundial  con menos de recursos.


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