Redacción •  Internacional •  18/02/2025

ACNUR: Después de 3 años de guerra, los ucranianos necesitan paz y ayuda

Después de tres años, la guerra a gran escala en Ucrania se ha cobrado miles de vidas, provocado una destrucción incalculable, separado familias, causado un trauma psicológico significativo y devastado la economía y las infraestructuras del país.

ACNUR: Después de 3 años de guerra, los ucranianos necesitan paz y ayuda

GINEBRA (Suiza), 18 de febrero de 2025 – Solo en los últimos seis meses, más de 200.000 personas han tenido que huir de sus hogares en el este del país debido al aumento de los ataques. Mientras el sufrimiento humano continúa, resulta más necesario que nunca brindar asistencia vital inmediata a los más afectados, así como proporcionar oportunidades para la recuperación.

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, estima que 10,6 millones de ucranianos están actualmente desplazados, cifra que equivale a casi una cuarta parte de su población antes de la guerra. Dentro de Ucrania, 3,7 millones de personas se han visto desplazadas, y casi 6,9 millones de refugiados continúan recibiendo protección en otros países. Más de 2 millones de hogares en toda Ucrania -el 10% del parque de viviendas-, están dañados o destruidos. Los repetidos ataques sobre las infraestructuras energéticas continúan sumiendo a la población en el frío y la oscuridad, tensando aún más la capacidad de unos servicios locales ya saturados. Las personas recientemente desplazadas son cada vez más vulnerables, entre ellas personas de edad avanzada y con discapacidades, quienes a menudo hacen frente a dificultades adicionales para acceder a los servicios que más necesitan.

Muchos de los más vulnerables siguen refugiándose en instalaciones colectivas, ahora por tercer año. El impacto en la salud mental ha sido también profundo, entre la incesante amenaza de misiles y drones, los largos periodos de separación familiar, un trauma que se acumula. Las niñas y niños son especialmente vulnerables, con 1,5 millones en riesgo de desarrollar secuelas a largo plazo sobre su salud mental. Dentro de Ucrania, 12,7 millones de personas, un tercio de la población actual, necesitan asistencia humanitaria.

Se estima que casi un tercio del territorio de Ucrania ha sido potencialmente expuesto a la contaminación por minas terrestres y municiones. El impacto de la guerra en la economía es enorme: los ejes agrícolas e industriales en el este han sido arrasados, y se estima que se ha perdido el 30 por ciento de los empleos que existían antes de la guerra. Abordar estos desafíos, citados por las personas refugiadas como principales trabas para su retorno, debe ser una prioridad colectiva.

En estos últimos tres años, ACNUR ha brindado asistencia vital a millones de personas afectadas por la guerra. Trabajando mano a mano con el Gobierno de Ucrania, las agencias de Naciones Unidas y socios locales, ACNUR continúa dando respuesta a nuevos ataques y desplazamientos, proporcionando, entre otras cosas, un lugar resguardado donde dormir en los primeros momentos, primeros auxilios psicológicos y ayuda en metálico para cubrir necesidades básicas. En colaboración con otras agencias de la ONU, ACNUR ha distribuido ayuda a unas 800.000 personas que viven en comunidades de difícil acceso en la línea del frente.

Asimismo, ACNUR continúa siendo un socio comprometido con los esfuerzos de Ucrania para la recuperación. El apoyo, que va desde reparación de alojamientos a asistencia legal, constituye un puente crucial para ayudar a las personas a recuperarse, reconstruir sus vidas y acceder a eventuales servicios gubernamentales.

La financiación, que durante mucho tiempo ha sido un desafío, ahora es más incierta que nunca. Y las víctimas serán, una vez más, las familias desplazadas y afectadas por la guerra que corren el riesgo de perder la ayuda vital cuando más la necesitan. El apoyo de una variedad de donantes es crucial para garantizar que ACNUR pueda seguir proporcionando ayuda de emergencia, alojamiento y protección a quienes lo necesitan.

Durante los últimos tres años, los países vecinos a Ucrania han mostrado solidaridad y compromiso al incluir a las personas refugiadas en sus sistemas nacionales. Las personas refugiadas han trabajado arduamente para reconstruir sus vidas en sus nuevas comunidades. Mientras que el 60 por ciento de los ucranianos en el extranjero nos dicen que planean regresar a casa algún día, solo el 5 por ciento -muchos de ellos provenientes de áreas ocupadas- planea hacerlo a corto plazo, ya que esperan una mejora en la seguridad, vivienda y oportunidades económicas.

El apoyo internacional para las personas refugiadas y los países que las acogen es crucial para mantener la esperanza. ACNUR y sus socios seguirán trabajando para asegurar que la ayuda humanitaria efectiva y sostenible llegue a quienes más la necesitan.

Ahora no es momento de abandonar al pueblo de Ucrania.


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