El acusado de la masacre en Nueva Zelanda despide a su abogado y no muestra ningún remordimiento
El letrado cree que su cese podría ser una indicación de que Brenton Tarrant intentará aprovechar al máximo su juicio para promover sus puntos de vista extremistas violentos.
El australiano Brenton Tarrant, acusado de asesinato después del atentado contra dos mezquitas en Nueva Zelanda, en el que murieron 50 personas, despidió a su abogado luego de comparecer ante el Tribunal de Distrito de Christchurch este 16 de marzo. Richard Peters, el letrado asignado al acusado por las autoridades, le reveló el hecho al periódico New Zealand Herald.
Después de su breve comparecencia ante el Tribunal de Distrito el sábado —donde no hizo ninguna declaración ni solicitó la libertad bajo fianza— Tarrant, de 28 años, le comunicó a Peters que rechazaba su asistencia legal y «parecía bastante claro y lúcido».
«No me pareció que estuviera enfrentando ningún desafío o discapacidad mental, aparte de tener puntos de vista bastante extremos», ha detallado el abogado. También Peters mencionó que el acusado no expresó ninguna condolencia y no parecía mostrar ningún remordimiento, aunque no discutieron específicamente ese tema.
Ahora el ya exdefensor de Tarrant explicó al rotativo que el acusado quiere representarse a sí mismo en el marco del juicio. Según Peters, su despido podría ser una indicación temprana de que el acusado intente aprovechar al máximo el proceso, al considerarlo como una oportunidad para promover sus puntos de vista extremistas violentos. En ese caso, «el trabajo del juez del juicio será lidiar con eso».
El terrorista busca una mayor cobertura
A medida que aumentan las preocupaciones de que el acusado pueda subvertir el sistema judicial de Nueva Zelanda en pro de sus intereses, las autoridades de este país están pidiendo a los medios de comunicación y al público en general que le den a Tarrant la menor cobertura posible.
A juzgar por sus acciones anteriores, la publicidad es exactamente lo que busca este terrorista: envió un extenso manifiesto a la oficina de la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, y a otros 70 destinatarios 10 minutos antes de iniciar el tiroteo en la mezquita de Masjid Al Noor. Luego transmitió en vivo toda la masacre en Facebook. El aterrador video de 17 minutos fue eliminado por Facebook después de una alerta policial. Luego, en las primeras 24 horas esta red social eliminó 1,5 millones de videos del ataque a nivel mundial.
Otras redes sociales, como YouTube y Twitter, también están haciendo esfuerzos para borrar las imágenes de los sangrientos tiroteos.
Con el fin de evitar la propagación del video, el Gobierno de Nueva Zelanda ha tomado medidas enérgicas contra quienes desafían la prohibición de difusión de las imágenes de la masacre. Así, este lunes un joven de 18 años, acusado de distribuir el video transmitido en Facebook Live por Branton Tarrant ha sido llevado ante la corte e imputado formalmente. Estará en prisión preventiva hasta el 8 de abril. En lo que se refiere al acusado del ataque a las mezquitas, su próxima aparición ante el tribunal está programada para el 5 de abril.
En contra de la distribución de los materiales escritos o filmados por los terroristas se manifiestan no solo las autoridades, sino las personalidades por todo el mundo. Así, la noche del sábado, activistas y políticos británicos se dirigieron a Amazon para pedir que retirara de la venta el libro del terrorista noruego Andres Breivik, ya que Brenton Tarrant, indicó en su manifiesto que se había inspirado en este asesino en masa antes de perpetrar su propia masacre.
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«Tiendas en línea, al igual que las compañías de redes sociales, deben dejar de hacerles el juego a los terroristas dándoles la notoriedad que ansían e incluso vendiendo sus llamados manifiestos», cita The Sunday Times a Brendan Cox, cofundador de la organización Survivors Against Terror (Sobrevivientes contra el terror) y esposo de la parlamentaria británica Jo Cox, quien fue asesinada por un supremacista blanco justo antes del referéndum de la UE en junio del 2016. «Demasiadas empresas activamente están contribuyendo a que estos ataques se hagan más reales», ha hecho hincapié.
Por su parte, Damian Collins, el presidente del Comité digital, de Cultura, Medios y Deporte del Reino Unido, declaró que «es irresponsable dar a las personas que han cometido atrocidades terroristas unas plataformas». «Vender los manifiestos es ayudar a difundir su mensaje de odio», subrayó.
- Tarrant abrió fuego contra las personas dentro de la mezquita de Masjid Al Noor de Christchurch durante la oración del viernes
- Otro ataque se registró en el centro islámico de Linwood Masjid
- 50 personas murieron y decenas, incluidos niños, resultaron heridas
- Tarrant compareció este viernes ante la corte bajo cargos de asesinato y continúa en prisión preventiva