Carta desde de Cármen Villalba a Pablo Hasel desde una prisión de Paraguay
Desde la prisión paraguaya donde ya ha pasado 17 años de condena, Cármen Villalba hizo llegar un mensaje solidario a Pablo Hasel.
Texto del mensaje de la prisionera del Ejército del Pueblo Paraguayo
“No basta echar la mano al cuello; hay que asesinar» Decía Marx describiendo sobre el aplastamiento de la comuna de París en 1871.
Ésta historia nos recrea sobre la esencia criminal, y, la predisposición permanente de las clases dominantes, sin importar la nacionalidad, para aplastar, asesinar y encarcelar a los revolucionarios que incomodan, y que no se tragan el cuento de la Justicia para todos por igual, o, que, el fin real de la democracia burguesa sea la búsqueda del bien común de los pueblos. Los estados censuran, tergiversan, encarcelan, asesinan sin escrúpulos, cuando, de defender los intereses de la clase dominante se trata. Ya en 1776, Adam Smith, el ideólogo del liberalismo, afirmaba, que «la autoridad civil se instituyó en realidad para defensa de los ricos contra los pobres, o de los que tienen alguna propiedad contra los que no tienen ninguna». Los estados y clase dominante burgués, sin importar su pertenencia territorial, tienen una sola lógica, imponer y defender la propiedad privada sobre los medios de producción mercantil, contraponiendo a los verdaderos intereses de los pueblos oprimidos y hambrados, En ella nadie debe anteponerse, y por sí acaso ocurre, esa resistencia es ferozmente aplastada y asesinada. Para ellos, los hambrientos y haraposos resistentes a su opresión son los violentos y terroristas, en contra partida, ellos armados hasta los dientes nos hablan de paz. Ésta y no otra, es la lógica ascendente de las violencias burguesas cuando topan con la resistencia popular en las cuestiones decisivas para el beneficio capitalista.
Pablo Hasel es el comunista cantor del pueblo que rapea, canta, en la búsqueda de despertar conciencia de clase al pobrerío hambreado y oprimido. Ese acto es un crimen para el Estado español, crimen es despertar la conciencia crítica y revolucionaria a los trabajadores. Crimen es que los obreros piensen desde sus intereses de clase, para los enaltecedores del despojo y exclusión de millones de trabajadores. Temen que el pueblo haraposo se convenza y convierta en fuerzas revolucionarias, porque su canción llega a los oídos receptivos. Me llegó a mí, en prisión, y en momentos duros de represión interna o externa, con el cual regocija mi espíritu recordándome que el camino es la resistencia.
Aquí no solo quiero remitirme a manifestar mi solidaridad al camarada Pablo Hasel, sino, alentarle a seguir con la resistencia y lucha, que cada vez se hace más necesario en este contexto histórico de agudización entre el capital y el trabajo y los trabajadores sobrantes, parados en la incertidumbres.
A los comunistas no nos queda otro camino que acrecentar la resistencia y la lucha. Porque los enemigos de clase, el capital, son feroces en su actuar criminal. Persiguen, censuran, encarcelan, torturan, asesinan y desaparecen a modo de escamientos. En el 2010 asesinaron a mi hijo de 12 años camino a su escuela. Este 2020 aquel fatídico 2 de setiembre tomaron viva, torturaron y ejecutaron a Lilian Mariana y María Carmen dos niñas de 11 años. Y hoy hace 68 días está desaparecida mi hija Carmen Elizabeht, Lichita una niña de 14 años, en la zona de Amambay. Según versiones de lugareños se la vio siendo llevada a la fuerza por militares. Mi hija está en manos del gobierno fascista y criminal de Mario Abdo.
La muerte de mi hijo, la desaparición de mi hija, refuerzan mi compromiso de lucha, por ellos, por la necesidad de justicia. Porque es inviable la continuidad de este sistema narcofascita, de éste régimen opresor y criminal.
Compañero Pablo Hasel, lo único que puede asegurarnos justicia, es la lucha revolucionaria junto a nuestros pueblos. Esa y solo esa debe guiar nuestro norte.
Abajo la monarquía española.
Absolución para Pablo Hasel.
Abrazo resistente y revolucionario.