Declaración breve de la Conferencia Mediterránea de la Izquierda
Los Partidos de la Izquierda de ambos lados del Mediterráneo nos reunimos en Benalmádena del 30 de marzo al 2 de abril de 2017 para la III Conferencia del Mediterráneo para reforzar nuestros lazos de solidaridad.
En el actual contexto de agresión neoliberal contra el pueblo, es importante fortalecer nuestra acción política contra las fuerzas capitalistas e imperialistas que condenan al desempleo, la explotación, el hambre y la pobreza al pueblo del sur y del norte del Mediterráneo. Tienen un objetivo común basado en el beneficio ilimitado que proviene de la explotación de los recursos humanos y naturales. Y así, nuestra respuesta a ello debe ser un esfuerzo conjunto, basado tanto en el socialismo como en la ecología.
El calentamiento global acelera la migración y los conflictos alrededor del Mediterráneo. Es una cuestión geoestratégica vinculada a la competencia por materias primas, como el petróleo, el gas, el suelo y los recursos hídricos.
El mar Mediterráneo que nos une, se ha convertido en la mayor fosa común del mundo debido a la Unión Europea y a las políticas de la OTAN. Han desarrollado la militarización del mar Mediterráneo y las fronteras de la UE y una serie de cambios en las políticas de migración y asilo que atentan directamente contra los DDHH y el Derecho Internacional (DI), incluida la propia Convención de Ginebra. Dentro de la UE, la extrema derecha está aumentando y la xenofobia se está extendiendo. La única manera de contrarrestarlo es a través del internacionalismo y la solidaridad. Por tanto, exigimos un cambio inmediato en las políticas exterior y comercial para anteponer los DDHH a los beneficios económicos y políticas de austeridad, para establecer maneras seguras y legales de alcanzar un futuro seguro en la UE.
La situación en el Magreb y el Máshreq se caracteriza no sólo por la explotación capitalista sino también por la agresión imperialista. Las guerras actuales en Siria y Yemen son una prueba de ello, en las que la agresión dirigida por las fuerzas imperialistas supone el asesinato de cientos de miles de personas. En Yemen la guerra durante los últimos dos años ha extendido el hambre entre la mayoría de la población, y Siria vive en una guerra desde hace seis años que ha matado a más de medio millón de personas y desplazado a más de once millones. Estas guerras son alimentadas por la industria mundial de las armas, que se está beneficiando más que nunca. La izquierda debe mantenerse de manera inequívoca del lado de la paz y apoyar todos los esfuerzos para lograr una alternativa.
Nos solidarizamos con la izquierda turca y kurda que se enfrenta a niveles sin precedentes de opresión, con líderes políticos y activistas sociales encarcelados por el régimen de Erdogan. Exigimos su liberación inmediata y expresamos nuestra solidaridad con Selahattin Demirtas, copresidente de HDP, que inició una huelga de hambre en prisión el pasado 31 de marzo. Igualmente nos solidarizamos con el pueblo de Rojava que está
luchando contra el terrorismo de Daesh, las invasiones turcas y al mismo tiempo están poniendo en marcha una intensa transformación social. También apoyamos la autodeterminación del Sáhara Occidental y exigimos la celebración de un referéndum en los términos establecidos por las resoluciones de la ONU. En Chipre exigimos el fin de la ocupación turca del norte de la isla para un futuro de convivencia entre ambas comunidades en la isla, en un sólo Estado democrático.
Por último, exigimos el fin inmediato de la colonización israelí de Cisjordania y Jerusalén oriental, así como la suspensión del acuerdo UE-Israel, mientras Israel viole los DDHH. Apoyamos la lucha palestina y condenamos la represión de los activistas de la campaña BDS. También llamamos a levantar el estado de sitio en Gaza y la reconstrucción de la misma. Confirmamos el derecho del pueblo palestino a su autodeterminación para establecer un Estado palestino independiente con Jerusalén Este como su capital y sus fronteras del 4 de junio de 1967. La presión sobre Israel debe continuar hasta que respete el DI y los DDHH, cese la ocupación de los territorios palestinos garantizando el derecho al regreso de todos los refugiados en concordancia con la Resolución 194 de la Asamblea General de la ONU y libere a los 6500 prisioneros políticos, incluyendo los 300 niños prisioneros en la cárceles israelís.
Debemos construir un nuevo tipo de cooperación euro-mediterránea basada en la igualdad, la laicidad, los derechos humanos y la propiedad pública de los recursos. Nuestras conferencias y asociaciones seguirán desarrollándose y promoverán la cooperación entre los partidos de izquierda, movimientos sociales, sindicatos, activistas y otros que deseen unirse a nosotros en nuestra lucha por un Mediterráneo de paz y justicia social.