Administración Autónoma de la Región del Éufrates condena el silencio internacional a ataques turcos
La Administración Autónoma de la Región del Éufrates condenó los ataques del estado turco en la región y el silencio de la comunidad internacional, llamando a la lucha unida en respuesta.
La Administración Autónoma de la Región del Éufrates hizo una declaración en la Plaza de las Mujeres Libres en Kobanê sobre los ataques turcos cada vez más constantes en el norte y el este de Siria.
Miembros de la Administración Autónoma, representantes de partidos políticos, organizaciones no gubernamentales y familias de mártires estuvieron presentes cuando Xalid Cerade, co-presidente de la Oficina de Asuntos Administrativos de la Región del Éufrates, leyó un comunicado de prensa.
“El objetivo del estado turco es destruir nuestro proyecto de nación democrática, que involucra a todos los pueblos sirios”, asegura el comunicado.
Señalando el apoyo de Turquía al ISIS y los grupos mercenarios en la región, agrega: “Turquía está atacando el norte y el este de Siria con ataques aéreos y terrestres. El bombardeo en curso en toda la región fronteriza deja a los ciudadanos locales mártires o heridos”.
“Condenamos el silencio de las organizaciones legales y de la comunidad internacional, particularmente de Estados Unidos, Rusia y la Coalición Internacional. Estos organismos internacionales y países son responsables de los ataques a la región, así como de crímenes de guerra y genocidio. Hacemos un llamado a las potencias internacionales, los estados garantes y las organizaciones de derechos humanos a abandonar su silencio”, señaló el comunicado.
“Hacemos un llamado a la gente de la región y a todos los pueblos a favor de la libertad para que apoyen a los pueblos del norte y el este de Siria y aumenten la lucha para poner fin a las prácticas ilegales e inmorales del estado turco invasor”, concluye.
El 15 de agosto, el estado turco bombardeó las localidades de Amude y Dirbesiyê, cobrando la vida de tres ciudadanos.
El 16 de agosto, el centro de Kobanê y los pueblos fronterizos fueron bombardeados con armas pesadas, lo que dejó un niño de 14 años muerto y 5 ciudadanos heridos.