Autorizan en Brasil jurado popular en asesinato de la concejala Marielle Franco
El ministro Alexandre de Moraes, de la Corte Suprema de Brasil, autorizó la realización del jurado popular que decidirá si condena a dos expolicías, hoy presos, por el asesinato de la concejala Marielle Franco en 2018.
Para el 30 de octubre fue fijado el inicio de la audiencia del Tribunal de Jurados de la Comarca de Río de Janeiro.
La decisión del magistrado confirma la celebración del juicio, programado anteriormente para septiembre por el juez Gustavo Kalil, titular del IV Tribunal del Jurado, que presidirá la sesión.
El permiso fue solicitado al Supremo Tribunal Federal porque los expolicías Ronnie Lessa y Élcio Queiroz son acusados en la acción penal que se tramita en la corte y está bajo la relatoría de De Moraes.
Lessa firmó un acuerdo de delación y es acusado confeso del hecho de sangre. Queiroz era responsable de conducir el auto usado en el homicidio.
El primero afirmó en agosto que mató a la también activista de los derechos humanos por la posibilidad de hacerse rico.
Según el homicida, aceptó cometer el crimen por la promesa de autorización para explorar terrenos en la zona oeste de Río, lo que podría hacerle ganar, según él, 25 millones de reales (cerca de cinco millones de dólares).
Además de los dos acusados, figuran imputados en el proceso el consejero del Tribunal de Cuentas de Río Domingos Brazão y su hermano, Chiquinho Brazão, diputado federal.
De igual manera aparece el exjefe de la Policía Civil de Río Rivaldo Barbosa y el mayor de la policía militar Ronald Paulo de Alves Pereira.
Todos permanecen en prisión y responden por los crímenes de asesinato y organización criminal.
Unos 13 disparos de una subametralhadora HK MP5, de alta precisión y utilizada solo por fuerzas policiales de élite, alcanzaron el vehículo en que se trasladaban Franco y el chofer Anderson Gomes en la noche del 14 de marzo de 2018 en Río.
La concejala regresaba a su casa tras participar en un debate con jóvenes negras, cuando su auto fue baleado: ella recibió disparos en la cabeza y el chofer en la espalda.
De acuerdo con el diputado Tarcisio Motta, con el crimen se pretendía intimidar a quien enfrentaría los intereses de las milicias en Río, en decisiones políticas.
El caso Franco tuvo repercusión internacional y convirtió a la socióloga y feminista en un símbolo político en la lucha por los derechos humanos y la mayor participación de las mujeres negras en los espacios de poder en Brasil.
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