Un informe dea Haaretz apunta a la destrucción ilegal de documentación por parte de Netanyahu tras su destitución
Un informe revela que el cesado primer ministro israelí Benjamín Netanyahu ordenó la destrucción ilegal de algunos documentos en su oficina antes del traspaso del poder.
El diario israelí Haaretz dijo el viernes que Netanyahu, jefe del partido de extrema derecha Likud, ordenó el domingo la trituración de una serie de documentos guardados en las cajas fuertes de su oficina horas antes de que el parlamento israelí votara a favor de la creación de un nuevo gobierno, encabezado por Naftali Bennett, sacando a Netanyahu del poder después de 12 años.
El informe no especificó el contenido de los documentos ni cuántos son. Tampoco está claro dónde se suponía que debían ser destruidos.
Gilad Kariv, un miembro del Partido Laborista israelí, advirtió que la supuesta eliminación de los documentos estatales no solo sería ilegal sino una “desviación total de los procedimientos operativos estándar”.
“Estas acciones representan un golpe a la continuidad del gobierno y podrían obstaculizar la transferencia ordenada y adecuada del poder de un gobierno a otro”, escribió Kariv al fiscal general israelí Avichai Mandelblit, solicitando que abriera una investigación al respecto.
Por su parte, el diputado Yair Golan, del partido izquierdista Meretz, pidió al jefe de policía y al jefe del Shin Bet (servicio de seguridad interna de Israel) que investigaran la posibilidad de que se tratara de manipular pruebas incriminatorias.
Según los medios locales, es probable que Golan se refiriera al escándalo de los submarinos alemanes, conocido como el Caso 3000, en el que varias personas cercanas a Netanyahu han sido acusadas de aceptar sobornos para ayudar a facilitar un contrato naval masivo.
Aunque hay poca probabilidad de que Netanyahu esté involucrado directamente en el Caso 3000, varios legisladores, incluido el ministro de exteriores israelí, Yair Lapid, han pedido que se examine el papel de “Bibi” en el asunto.
Netanyahu enfrenta, además, otros tres casos de corrupción, como recibir obsequios de amigos multimillonarios e intercambios de favores con magnates de los medios de comunicación por una cobertura más favorable de su persona y su familia.
Tanto Likud, como personas cercanas a Netanyahu han rechazado las acusaciones sobre la destrucción de documentos estatales, y las tacharon de “absurdas” y “totalmente falsas”.
Netanyahu, de 71 años, acusa a su sucesor de cometer el “fraude del siglo” al utilizar los votos de su electorado de derecha para liderar una coalición ideológicamente diversa. El expremier se ha negado hasta la fecha a desalojar la residencia que ocupaba en Al-Quds, pese a que ha sido reemplazado en el cargo por Bennett.