El régimen saudí nervioso ante las protestas del Movimiento 15 de Septiembre
Por lo menos 16 personas fueron arrestadas el 15 de septiembre en Arabia Saudí bajo la acusación de ser agentes extranjeros y trabajar para derrocar la monarquía, según comunicó el Gobierno saudí. Entre los detenidos hay clérigos prominentes, un periodista, un poeta, al menos dos mujeres y un príncipe, tal y como han informado algunos de sus allegados.
Por lo menos 16 personas fueron arrestadas el 15 de septiembre en Arabia Saudí bajo la acusación de ser agentes extranjeros y trabajar para derrocar la monarquía, según comunicó el Gobierno saudí. Entre los detenidos hay clérigos prominentes, un periodista, un poeta, al menos dos mujeres y un príncipe, tal y como han informado algunos de sus allegados.
Algunas ONG como Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW) condenaron esta medida y la calificaron de “represión coordinada de la disidencia”.
Sarah Leah Whitson, directora en Oriente Medio de HRW, admitió que los arrestos tienen “motivaciones políticas”. “Es otra señal de que Mohamad bin Salman no tiene ningún interés real en mejorar la posición de su país en cuanto a la libertad de expresión y del Estado de derecho”, matizó Whitson.
Riad bajo control militar
Este viernes 15 de septiembre, la capital saudí se transformó en un acuartelamiento militar.
En los sitios de las redes sociales, los residentes de la capital saudí informaron que el régimen había movilizado a todas sus fuerzas de seguridad sin declarar oficialmente el estado de emergencia.
“Las fuerzas armadas del régimen de los Al Saúd han desencadenad una campaña de arrestos salvaje”, indicaron testigos en sus cuentas de las redes sociales.
Uno de los tuiteros saudíes reveló que “Riad se parece esta noche a un campamento militar. En cada vehículo militar se encuentra un soldado a fin de dar la impresión de que el número de militares es importante y cada diez metros hay una patrulla. El régimen está muy nervioso y teme lo peor”.
Otro tuitero dijo: “Jamás conoció Riad en toda su historia semejante movilización de seguridad. El príncipe Mootab (a cargo de Riad) se niega a implementar las directrices del príncipe heredero, como la desplegar a la guardia nacional en las calles de Riad”.
Riad no es la única ciudad en la que se vivió esta tensión, sino también Yizan, situada al sur del reino y cerca de la frontera yemení. Los residentes informan que las autoridades saudíes han situado patrullas delante de la Mezquita Shakirin. Se trata de una de las 15 mezquitas en el reino que llamaron a apoyar al Movimiento 15 de Septiembre.
Según una cuenta de Twitter anónima, “algunas mezquitas han aconsejado a los grupos que se coordinen entre ellos y que escojan lugares de reunión diversos a fin de escapar a la vigilancia de las autoridades”.
Según los tuits de la oposición, la mayor parte de las reivindicaciones del movimiento son liberar a los presos políticos, luchar contra la corrupción administrativa y financiera y contra el crimen y la drogadicción, combatir el paro, la pobreza y la falta de viviendas, mejorar la calidad de los servicios, incluyendo la educación etc.
Mientras que los llamamientos a apoyar el Movimiento se dan, sobre todo, en las redes sociales, las autoridades saudíes han recurrido a los medios oficiales y no oficiales para sabotearlo. Ellas han utilizado también a los predicadores wahabíes, que han declarado ilícito e inmoral la participación en las protestas. Han acudido incluso a diplomáticos de países amigos para tratar de manchar la imagen del movimiento y caricaturizarlo.
Desde Londres, el conocido periodista y militante opositor, Ganim al Dusari, no ha cesado de difundir vídeos sobre lo que pasaba en las calles de la capital. Él escribió: “Juro por Dios que muchos agentes de policía, profesores de universidad y médicos se comunican conmigo y expresan su deseo de que el movimiento triunfe”.
Para el experto ruso Said Gafurov, las violaciones de los derechos humanos y la crítica situación económica son factores que pueden cambiar drásticamente el estado de las cosas en un Estado que hasta ahora era percibido como uno de los más prósperos del mundo.
Gafúrov dijo a Sputnik que el cambio de poder en Arabia Saudí es una decisión “realmente impuesta”. Muchos ciudadanos y miembros de la familia real no aprueban las acciones del príncipe heredero Mohammad bin Salman, de 32 años, que recibió críticas tanto por la invasión de Yemen en 2015 como por los numerosos problemas económicos que arrastra la nación.