Rusia advierte a la OTAN ante un posible rechazo de su propuesta de garantías de seguridad
El Ministerio de Asuntos Exteriores señala que Rusia se verá obligada a tomar medidas para establecer un sistema de contraamenaza, si Estados Unidos y la OTAN rechazan otorgar garantías de seguridad.
El viernes, Moscú dio a conocer las propuestas que hizo al Occidente, destinadas a establecer garantías necesarias de seguridad entre la Federación Rusa y los Estados miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
En declaraciones recogidas por la agencia de noticias TASS, el vicecanciller ruso, Alexandr Grushkó, advirtió el sábado de que, si se rechaza la iniciativa, para Rusia, existe la “alternativa técnico-militar” sobre la mesa.
“Tienen dos opciones, tomar en serio lo que hemos puesto sobre la mesa o enfrentarse a una alternativa técnico-militar”, señaló.
Según el vicecanciller ruso, el hecho de que Moscú tenga suficiente capacidad técnica para “garantizar de forma fiable su seguridad militar” con todos los medios disponibles es algo que reconocen sus socios y la OTAN, encabezada por EE.UU., por lo que están tratando de neutralizar estas ventajas.
La OTAN, denunció Grushkó, vive en un mundo de fantasías que no tiene nada que ver con la seguridad en Europa. “Todas las actividades del bloque militar solamente buscan mantener viva la Alianza”, dijo.
Conforme al diplomático ruso, la OTAN ha estado violando acuerdos anteriores, al desplegar armamento de grueso calibre o construir instalaciones para albergarlo en el territorio de los miembros del bloque militar occidental y los no miembros, como es el caso de Ucrania, muy cerca de las fronteras rusas.
Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, pidió con anterioridad a la OTAN iniciar conversaciones sustanciales para lograr garantías de seguridad fiables y a largo plazo. Las garantías deberán ser jurídicamente vinculantes debido a que, según Putin, el Occidente se ha retractado de sus anteriores compromisos verbales.
Sin embargo, Grushkó informó de la disposición de Rusia para convertir este escenario de “confrontación militar o técnico-militar” en un proceso político que realmente refuerce la seguridad militar de todos los países en el espacio de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), la región euroatlántica y Eurasia.