Tribunal de Uganda escucha impugnación de ley antigay
Un tribunal constitucional ugandés inició el lunes la primera vista de impugnación de una ley antihomosexual que ha desatado las críticas de las Naciones Unidas y ha provocado la restricción de visados estadounidenses a funcionarios del gobierno.
El país de África Oriental aprobó en mayo una de las leyes más duras del mundo contra la homosexualidad, lo que provocó la indignación de los defensores de los derechos y de las potencias occidentales. El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, amenazó con recortar la ayuda y las inversiones a Kampala.
Pero el gobierno del Presidente Yoweri Museveni se ha mostrado desafiante y ha acusado a Occidente de intentar presionar a África para que acepte la homosexualidad.
“Hemos acordado proceder con alegaciones escritas en lugar de orales”, declaró el lunes Nicholas Opiyo, abogado que representa a los demandantes, ante el tribunal de Kampala.
Durante la vista del lunes, Richard Buteera, vicepresidente del Tribunal Supremo de Uganda y presidente del grupo de cinco jueces del Tribunal Constitucional, declaró: “El Tribunal dictará sentencia previa notificación”.
Entre los demandantes que piden la anulación de la ley figuran varios activistas de derechos humanos, dos profesores de derecho de la Universidad Makerere de Kampala y dos legisladores del partido de Museveni, el Movimiento de Resistencia Nacional.
No se ha fijado fecha para la sentencia.
Washington impuso este mes prohibiciones de visado a funcionarios anónimos considerados responsables de “socavar el proceso democrático” en Uganda y de violar los derechos humanos, incluidos los de la comunidad LGBTQ.
Estados Unidos también ha anunciado sus planes de retirar al país del pacto comercial African Growth and Opportunity Act (AGOA) a partir de enero de 2024.
La legislación contiene disposiciones que tipifican la “homosexualidad agravada” como delito capital e impone penas de hasta cadena perpetua por relaciones sexuales consentidas entre personas del mismo sexo.
Estados Unidos, la Unión Europea y el jefe de la ONU, Antonio Guterres, han criticado la ley, advirtiendo de que la ayuda exterior y la inversión en Uganda podrían peligrar si no se deroga.
Pero la ley goza de un amplio apoyo en el conservador país, donde los legisladores han defendido las medidas como un baluarte necesario contra la inmoralidad occidental.
El Ministro de Asuntos Exteriores ugandés, Henry Okello Oryem, declaró a la AFP a principios de mes que Occidente pretendía “coaccionarnos para que aceptáramos las relaciones homosexuales mediante ayudas y préstamos”.
El Banco Mundial anunció en agosto que suspendía nuevos préstamos a Uganda por la ley, que “contradice fundamentalmente” los valores que defiende la entidad crediticia con sede en Estados Unidos.
En 2014, los donantes internacionales recortaron drásticamente la ayuda a Uganda después de que Museveni aprobara un proyecto de ley que pretendía imponer cadena perpetua por relaciones homosexuales, que posteriormente fue anulado.