Redacción •  Internacional •  20/01/2021

La vuelta de Estados Unidos al Acuerdo de París debe compensar años de inacción y obstaculización climática

  • Amigos de la Tierra considera que volver al Acuerdo de París es lo fácil e insta a Estados Unidos a demostrar su compromiso con un plan ambicioso de reducción de emisiones.
  • La organización recuerda la postura de inacción y obstaculización climática del equipo de negociación climática de Obama y solita a los que ahora repiten una actitud renovada con los países en desarrollo en temas de transferencias de fondos y tecnología, así como de compensación por daños y perdidas.
  • Para la organización, las consecuencias de la borrasca Filomena alertan de un fenómeno que podría ser cada vez más intenso y frecuente y pide a las naciones más ricas asumir la responsabilidad histórica de sus emisiones, así como hacer su parte justa de acción para eliminar gradualmente los combustibles fósiles y aumentar sus contribuciones financieras.
La vuelta de Estados Unidos al Acuerdo de París debe compensar años de inacción y obstaculización climática

Se espera que hoy, 20 de enero, día de investidura del recién electo presidente Joe Biden, EEUU vuelva a ratificar el Acuerdo de París tal y como ha prometido en varias ocasiones. Según el mecanismo interno del Acuerdo, un mes después de tomar la decisión, Estados Unidos volverá a estar oficialmente dentro. Organizaciones ecologistas como Amigos de la Tierra ya han declarado que se necesitará mucho más que unirse de nuevo al Acuerdo de París para demostrar su compromiso con la emergencia climática.

“Volver al Acuerdo es lo fácil” ha declarado Cristina Alonso, responsable de Justicia Climática de Amigos de la Tierra. “Lo que necesitamos es que, además de unirse, Estados Unidos demuestre su compromiso elaborando un plan de reducción de emisiones de carbono con la premisa de cumplir su parte justa para mantener el aumento de la temperatura global en 1,5º C”.

El equipo anunciado por Biden para encabezar la lucha contra el cambio climático repite con muchas de las personas miembros durante el mandato de Obama lo que, según Amigos de la Tierra, puede significar una peligrosa política de continuista inacción.

“Biden ha reciclado a gran parte del equipo, pero la anterior postura de inacción y obstaculización climática debe terminar” ha dicho Alonso “El nuevo presidente debe demostrar que las actitudes de intimidación en las negociaciones para bloquear y socavar a los países en desarrollo en temas de equidad son cosas del pasado. Necesitamos mucho más compromiso por su parte para los objetivos de transferencias de financiación y tecnología, así como de compensación por daños y pérdidas”.

Amigos de la Tierra considera que el lobby de las empresas de combustibles fósiles junto con la inacción de los países desarrollados, y en especial, la presión por parte de los Estados Unidos, han hecho que el Acuerdo de París haya sido inadecuado para satisfacer las necesidades urgentes de justicia climática en todo el mundo. La organización recuerda que las peores consecuencias ya se están traduciendo en el sufrimiento de mujeres, hombres, niños y niñas en todo el mundo, pero especialmente en los países del Sur global. Los fenómenos extremos climáticos cada vez más frecuentes como sequías o ciclones están afectando de forma desproporcionada a sus medios de vida y su dignidad, donde naciones enteras están literalmente desapareciendo. Por eso, la organización reclama a los países más ricos “asumir la responsabilidad histórica de sus emisiones, así como hacer su parte justa de acción para eliminar gradualmente los combustibles fósiles y aumentar sus contribuciones financieras”.

Fenómenos como el vivido actualmente en nuestro país con la borrasca Filomena, serán cada vez más frecuentes debido al calentamiento global. Tan solo en Madrid, la borrasca ha causado una baja de aproximadamente el 5% del millón de árboles lo que supone un gran daño medioambiental. Además, ha evidenciado la desigual afectación de estos fenómenos en el entorno rural de buena parte de la península, donde todavía se sigue haciendo balance de la situación por parte de personas agricultoras y ganaderas.

“Esta década es decisiva para no superar el aumento de 1,5º C de la temperatura global y evitar así los peores impactos del cambio climático. Fenómenos como el de Filomena nos avisan de la gravedad climática a la que nos enfrentamos. La comunidad internacional no puede seguir haciendo oídos sordos con el beneplácito de la industria de combustibles fósiles en detrimento de las condiciones de vida de la ciudadanía y del planeta entero”. Ha concluido la experta en Justicia Climática.


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