Argelia desmiente las declaraciones del Gobierno de España y niega haber sido informada del cambio de posición sobre el Sáhara Occidental
«Se trata evidentemente de una mentira envuelta en una ambigüedad intencionada para intentar calmar las legítimas preocupaciones planteadas por la clase política española», afirman fuentes diplomáticas argelinas.
La grave crisis diplomática con Argelia, tras el abrupto y sorprendente cambio de posición del Gobierno de España frente al conflicto del Sáhara Occidental, continúa. Fuentes diplomáticas argelinas han desmentido frontalmente que el Gobierno les hubiese informado de antemano sobre su decisión.
La declaración de Argelia choca frontalmente con las afirmaciones previas del Gobierno que desde ayer ha asegurado en reiteradas ocasiones que informó «previamente» a Argelia sobre la posición en relación al Sáhara Occidental. Una aseveración que chocaba frontalmente con la «sorpresa» expresada por el Ejecutivo argelino y su llamada a consultas a su embajador en Madrid, Said Musi.
Las fuentes diplomáticas argelinas consultadas por el portal de noticias nacional Tout sur L’Algerie (TSA) niegan categóricamente esta afirmación. «Se trata evidentemente de una mentira envuelta en una ambigüedad intencionada para intentar calmar las legítimas preocupaciones planteadas por la clase política española», aseguran. Las mismas fuentes vuelven a lamentar el giro adoptado por España como un «deshonroso cambio de actitud», que interpretan como «sinónimo de sometimiento rotundo a Marruecos».
«En ningún momento y a ningún nivel», reiteran, «se informó a las autoridades argelinas de este vil regateo concluido con la potencia de ocupación marroquí a espaldas del pueblo saharaui».
Además, y como ya hicieran previamente, declaran este cambio de postura como una «segunda traición histórica a los saharauis» que «causa graves perjuicios a la reputación y credibilidad de España como miembro de la comunidad internacional».
«Las conquistas esperadas por Madrid en cuanto al respeto a la integridad territorial de España y su soberanía sobre Ceuta y Melilla» avisan las fuentes de TSA, «nunca estarán garantizadas frente a un Majzén (oligarca) calculador, cínico, polifacético y vengativo que no vacilará a la hora de recurrir de nuevo al uso del chantaje de la inmigración ilegal como instrumento de presión», concluyen, en referencia al Gobierno marroquí.
El inicio del conflicto
El anuncio de la nueva posición de España lo hizo inicialmente el viernes el gabinete real marroquí y después fue confirmada por el Gobierno español, y supone un cambio en la postura de España respecto al futuro de Sahara, antigua colonia española. Hasta ahora España defendía los acuerdos de la ONU para celebrar un referéndum en el Sahara, para determinar el futuro político de este territorio y del pueblo saharaui, que desde 1975 se encuentra en campamentos de refugiados en Argelia.
La nueva posición española ha sido criticada también con dureza por la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y el Frente Polisario, que en un comunicado deploraron la «lamentable decisión» tomada por España al apoyar la iniciativa de autonomía propuesta en 2007 por Marruecos.
La reacción de Argelia llamando a consultas a su embajador en Madrid abre un nuevo capítulo en las relaciones entre España y Argelia, principal proveedor de gas a la península ibérica y que siempre ha apoyado la lucha del pueblo saharaui por la celebración de un referéndum de autodeterminación desde que en 1975 tropas marroquíes ocuparan un territorio que hasta ese año era una colonia española.