Fracaso de la estadidad americana en el plebiscito de Puerto Rico
El Gobierno del Estado Libre Asociado (ELA) de Puerto Rico bajo el recientemente electo Gobernador Ricardo “Ricky” Rosselló del Partido Nuevo Progresista (PNP), organizó un plebiscito para 2017 que se celebró el 11 de junio.
El PNP persigue la estadidad para la isla, es decir, que la antigua Isla de Boriquén sea anexada por EE.UU. como un estado más de la Unión norteamericana, el número 51. El propósito así del plebiscito político no vinculante – que ni siquiera el gobierno federal americano llegó a aprobar el lenguaje (capcioso, engañoso y tendencioso) de las preguntas de la papeleta de votación – fue tratar de lograr una victoria electoral y moral a favor de la estadidad americana para Puerto Rico, a través del voto de los habitantes de la isla, para que el Congreso de EE.UU., ejercitando el poder soberano de Estados Unidos sobre Puerto Rico, se sintiese presionado a anexar a la isla como un nuevo estado estadounidense.
Así con todo, de 2,260,804 electores registrados en Puerto Rico para votar según la Comisión Estatal de Elecciones (CEE) del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, 502,801 electores votaron por la estadidad, por la anexión de la isla a EE.UU. Esto representa el 22.24% de los residentes de Puerto Rico registrados para votar.
El porcentaje de los adultos residentes de la isla que apoyan la estadidad desciende más aún si se toma en cuenta el número total de residentes adultos en edad de votar, registrados y no registrados, de 18 años de edad para arriba. En este sentido, de haber tenido Puerto Rico para mediados de 2016 aproximadamente un total de 2.8 millones de residentes adultos, en edad de votar, el número de votantes por la estadidad americana en el plebiscito de 2017 rondarían en un 17.96% ó un 18%. Esta cifra aproximada se obtendría de la población de Puerto Rico, estimada en 3,578,056 para julio de 2016 según la CIA, la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU., en su publicación anual The World Factbook. Un cálculo aproximado llegaría a una población de 2.8 millones de habitantes adultos en edad de votar de 18 años hasta más de 65 años, extraída de una población dada por la CIA de 2,955,580 de 15 hasta más de 65 años.
En contraste, asumiendo que en 2016 habrían emigrado unos 100,000 residentes de Puerto Rico a EE.UU. (en 2015 emigraron 89,000 residentes de la isla a EE.UU.), de ser actualmente la población adulta de la isla unos 2.7 millones, incluyendo tanto residentes no registrados como registrados para votar, el número de electores que en el plebiscito de 2017 votaron por la estadidad, 502,801 personas, constituiría 18.62% del número total de residentes adultos en edad de votar en la isla.
Los resultados de este plebiscito organizado por el partido gobernante en Puerto Rico del PNP, para servir de prueba ante EE.UU. y el mundo de que los puertorriqueños desean la estadidad americana, fueron más bajos que los resultados electorales que sacó al ser elegido el actual Gobernador “Ricky” Rosselló del PNP en las elecciones generales de la isla de noviembre de 2016, con 660,510 votos. Esto representa un 29.21% del número total de electores registrados para el plebiscito de junio de 2017 de 2,260,804. De tomarse en cuenta el número de electores registrados para las elecciones de noviembre de 2016, unos 2,867,557 votantes, el voto por Rosselló en las elecciones para la gobernación de 2016 representaría un 23.03% del número oficial de electores registrados para las elecciones generales de noviembre de 2016. El número de 660,510 votos por Ricardo Rosselló representaría un 23.58% del total de la población de Puerto Rico en edad de votar de ser 2.8 millones, y 24.46% de ser 2.7 millones personas el total de la población de Puerto Rico en edad de votar, de 18 años hasta más de 65 años.
Lo cierto es que la estadidad electoralmente va perdiendo terreno. Esto se podría explicar por la baja tasa de natalidad, en descenso, y por la creciente emigración de residentes de la isla a EE.UU. por la crisis económica, presumiblemente con un alto porcentaje de electores estadistas activos o potenciales. Así, se calcula que en los diez años de 2006 a 2015 emigraron a EE.UU. 445,000 residentes de Puerto Rico. Cabe añadir que en diez años 5,000 médicos han emigrado de Puerto Rico a EE.UU., habiéndose esperado que en 2016 emigrasen 700 médicos de la isla a Estados Unidos, en gran medida por dinero, ya que ganarían mayores salarios, hasta casi el doble en algunos casos, en EE.UU. de lo que ganaban en Puerto Rico. Es poco probable que un médico puertorriqueño independentista abandone a su isla y a sus pacientes por más dinero en EE.UU., pero es más que probable que médicos estadistas se vayan a su “nación” norteamericana en pos de más dinero, al no querer realmente a Puerto Rico y sí de manera mercenaria más al dólar, abandonando a sus pacientes a su suerte por dinero.
Lo irónico de todo es que la aparente y creciente hemorragia de votos estadistas que han emigrado y siguen emigrando a EE.UU. se debería en gran medida a la crisis económica que asola a Puerto Rico, incluyendo la recesión económica y la gran deuda pública de $72 mil millones de dólares, causadas en gran medida por las políticas deliberadas de los gobiernos estadistas del PNP de dejar a la isla sin medios económicos, arruinarla y endeudarla a través de medidas como la eliminación de la sección 936, las privatizaciones de entidades, zonas y tierras y de propiedades públicas, el robo y la probable y posible corrupción de los gobiernos estadistas de Pedro Rosselló y Luis Fortuño, y la expedición de bonos sin fondos futuros para pagarlos, para quitarles medios económicos a Puerto Rico. La finalidad de esto habría sido alejar la posibilidad de un Estado Libre Asociado de Puerto Rico económicamente viable que pudiese inclusive ser un día independiente, al ser visto el ELA como el mayor obstáculo a la estadidad americana para la isla, y para con la ruina económica de la isla, provocada por los estadistas, tratar así de convencer a los puertorriqueños de la isla y a los políticos americanos en Washington DC de que la única solución para salir de la crisis económica sería la estadidad americana. Demográficamente al menos, les salió a los estadistas el tiro por la culata.
Así, en el plebiscito de 2012, también promovido por el gobierno estadista de Luis Fortuño del Partido Nuevo Progresista (PNP) para que ganase su causa, sacó la estadidad 802,179 votos a favor de un total de 2,402,941 electores registrados para votar en Puerto Rico. Esto representaba el 33.4% de los electores registrados para votar. En contraste, si la población total adulta de la isla de 18 años para arriba hasta más de 65 años, incluyendo los no registrados y los registrados para votar, era de 3,079,683 en 2012, los que votaron por la estadidad en el plebiscito de 2012 constituirían un 26.047%. Los datos demográficos se toman del análisis de la población de Puerto Rico estimada para julio de 2012 reportadamente por la CIA de 3,998,905 habitantes.
El periódico puertorriqueño El Nuevo Día reportó hace unos días que votaron por la estadidad en el plebiscito de 2012 unos 834,191 electores, lo que representaba 34.7% de 2,402,941 electores registrados en 2012, y esta cifra de votos estadistas representaba 27.1% de 3,079,683 habitantes de Puerto Rico en edad de votar, de 18 años de edad hasta más de 65 años en el año 2012. Se puede apreciar que en contraste, alrededor de unos cinco años después 22.24% del número total de electores registrados en 2017 votó por la estadidad americana para Puerto Rico, lo que representaría un 17.96% ó un 18.62% del número total de residentes adultos en edad de votar en la isla en 2016-2017.
En el plebiscito estadista de 1998 organizado por el entonces gobernador puertorriqueño del PNP, Pedro Rosselló, padre del actual, los votos a favor de la estadidad para Puerto Rico alcanzaron la cifra de 728,157, lo que constituyó el 26.37% de 2,761,162.54 de residentes de la isla pertenecientes al grupo de la población adulta de Puerto Rico de 18 años de edad hasta más de 65 años en 1998. En ese año la población estimada de la isla para julio de 1998 según la CIA era de 3,857,070.
Cinco años antes en el plebiscito estadista de 1993, también organizado por Pedro Rosselló, 788,296 electores votaron por la estadidad, lo que habría constituido aproximadamente el 29.357% de la población de Puerto Rico de 18 años de edad hasta más de 65 años, aproximadamente unos 2,685,198 habitantes, tomándose esta cifra del análisis de la población de Puerto Rico para 1993 según la CIA de 3,776,650.
Se puede deducir de las cifras obtenidas que la estadidad por varios factores va perdiendo votos, y que su apoyo entre los electores y población adulta apta para votar de Puerto Rico ronda ahora el 20%, más (22.24%) ó menos (17.96% ó un 18.62%). En vista de factores como la crisis económica y la recesión, la gran deuda pública y la resultante emigración de la isla, es probable que el voto por la estadidad americana vaya en el futuro descendiendo más aún en Puerto Rico.
Cabe añadir que los líderes estadistas del PNP, como muchos de sus seguidores, son por lo general de un fanatismo político que raya en lo sectario en promover su causa de la estadidad americana para Puerto Rico por encima de todo, negando a su vez su identidad puertorriqueña e hispanoamericana para resaltar solo a los Estados Unidos de América y a su ciudadanía americana. Así por ejemplo, suelen preferir solo portar la bandera de EE.UU., excluyendo la bandera puertorriqueña o el sentirse más ciudadanos americanos y no puertorriqueños, el considerar (como erróneamente lo hacen los estadounidenses al confundir el Estado soberano de EE.UU., el Gobierno Federal, con nación) que la nación es EE.UU. cuando su nación es la puertorriqueña. Sobre este punto aclaro que nación es una sociedad o comunidad de gentes, un pueblo, con cultura, identidad, lengua, historia e idiosincrasia propias, como la nación cubana, dominicana, mexicana, venezolana, alemana, francesa, española, inglesa, palestina, china, rusa, iraní, griega, ecuatoriana, turca, chilena, japonesa, afgana, ucraniana, hawaiana (nativa), catarí, cheroqui, somalí, navajo, estoniana, etc. Los estadistas en Puerto Rico, aparte de por lo general preferir a EE.UU. sobre su patria y nación puertorriqueña, por lo general también les anima a apoyar la causa estadista la creencia que recibirán más $ dólares estadounidenses – lo que dicen ahora es unos $10 mil millones de dólares adicionales anuales – si Puerto Rico es anexado por el imperialismo estadounidense como uno más de sus estados.
Vende-patria sin duda, aquellos estadistas que venderían a su país Puerto Rico y a su nación puertorriqueña a EE.UU. como Judas Iscariote, cierto es que por más de 30 monedas de plata, por $10 mil millones de dólares según los estadistas dicen, que es como vender por dinero a su padre, su patria puertorriqueña, y a su madre, la isla que les vio nacer y les dio de comer y beber. Intención política despreciable, traidora, vil y servil a la potencia colonial extranjera anglosajona, racista y genocida de indios americanos y de filipinos, que conquistó a Puerto Rico por la fuerza en 1898, y que por su racismo peor que nazi, su xenofobia antihispana y su intolerancia anticatólica, muchos estadounidenses tienen a los puertorriqueños como ciudadanos americanos de segunda o tercera, después de sus ciudadanos afroamericanos, todavía abusados, asesinados y discriminados.
Y les recuerdo a los estadistas que dicen ser cristianos, sean puertorriqueños, cubanos exilados, dominicanos o españoles, y en particular a los puertorriqueños miembros de la Obra, que apoyar la estadidad es apoyar la absorción y eventual eliminación de la nación puertorriqueña – como pasó con Hawái por ejemplo – por el predominantemente anglosajón EE.UU., país y Estado genocida responsable de cerca de 60 millones de seres humanos estadounidenses no nacidos, nascituri, legalmente abortados desde 1973. Apoyar la estadidad para Puerto Rico es moralmente lo mismo que haber apoyado su anexión a la Alemania de Hitler, responsable del genocidio de 5,728,000 judíos europeos, o a la Unión Soviética de Stalin, responsable éste de la muerte de 20 a 60 millones de personas. En este sentido, los líderes estadistas son como el noruego Quisling y los colaboracionistas noruegos de la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial, como los colaboracionistas comunistas de las fuerzas soviéticas en la antigua Alemania Oriental, Polonia o Hungría durante la Guerra Fría del siglo XX o como los jenízaros del Imperio Otomano.
Y a los cubanos exilados que votan como ciudadanos americanos y residentes de Puerto Rico por la estadidad de la isla, les recuerdo que probablemente no querrían que su Cuba sea estado de la Unión americana sino independiente y soberana. No vengan algunos exilados con la cantaleta colonialista de que apoyar al Estado Libre Asociado o a la independencia es ser comunista, y tengan el valor de reconocer, que al apoyar la estadidad norteamericana para Puerto Rico son como aquellos mambises y sus colaboradores que cobarde y servilmente se dejaron desarmar y desmovilizar, entregándose como Maritornes – y ofreciendo a su Isla de Cuba como La Celestina – al dominio del Ejército de EE.UU. tras la Guerra Hispano Americana de 1898, solamente logrando la isla su verdadera independencia y soberanía con la Revolución de 1959, guste o no este hecho histórico.
A los españoles residentes de la isla que pueden votar en los procesos electorales de Puerto Rico, y que votan por la estadidad, les recuerdo que hacerlo es traicionar la obra histórica, la memoria y la herencia presente de la madre patria española en favor de la causa imperialista estadista americana de la potencia enemiga en 1898, EE.UU., que por la Guerra Hispano Americana de aquel año mutiló la isla, por haber sido provincia española de ultramar, de su unión con España sin tomar en cuenta los derechos de sus habitantes, ciudadanos españoles hasta 1898. El que un español, hijo de español o nieto de español vote por la estadidad para Puerto Rico es volver a venderla a su agresor, invasor y conquistador yanqui nuevamente por $20 millones de dólares – o ahora $10 mil millones de dólares, como buenos Judas Iscariotes.
A todos los extranjeros residentes de Puerto Rico que votan por la estadidad para la isla, angloamericanos estadounidenses incluidos y los pertenecientes a otras nacionalidades, es inmoral y falto de ética votar, siendo extranjeros y no nativos de la isla, por un destino político como la estadidad y anexión a EE.UU. que la llevará a su desaparición como país hispanoamericano y como nación hispánica aparte. Es preferible que se abstengan y dejen a los puertorriqueños decidir su propio destino, o en todo caso que voten por el Estado Libre Asociado o por la independencia, o por aquel estatus político que lleve a Puerto Rico un día a ser un Estado soberano. Nunca por la absorción y anexión de la isla como estado por EE.UU.
Finalmente, como otro antiguo estudiante del Colegio Marista de Guaynabo, invito a “Ricky” a que reconozca, en vista de su reportado papel sobresaliente en matemáticas, de que su iniciativa plebiscitaria estadista fracasó, por el bajo apoyo porcentual que la estadidad recibió en términos del número total de electores registrados para votar y del número total de la población de Puerto Rico en edad para votar. Si no es capaz de admitirlo y más bien celebra una falsa victoria, o es que realmente adolece de malas matemáticas o está mintiéndose a sí mismo, al pueblo de Puerto Rico y a EE.UU. De ser así, sería un caso de falta de ética y deshonestidad, en contraste a su enseñanza mariana recibida.