Derriban la estatua al confederado Albert Pike en Washington
La estatua, un controvertido homenaje a un general confederado en la propia capital de los Estados Unidos, ha sido derribada en la oleada de protestas y reivindicación de memoria histórica que ha seguido al asesinato de George Floyd.
Un grupo de manifestantes derribó el monumento al general del ejército confederado Albert Pike en Washington, cerca de la sede de la policía, comunicó la cadena NBC. La estatua fue arrojada al suelo con cuerdas, y después los manifestantes le prendieron fuego.
Según el canal, policías que se encontraban cerca de su cuartel no tomaron medida alguna frente a lo que estaba ocurriendo. Más tarde, unos 10 policías llegaron al lugar y apagaron el fuego sin entrar en enfrentamientos con los manifestantes.
La estatua de Pike, erigida en 1901, es el único monumento al general del ejército confederado en la ciudad. En total, en el área metropolitana fueron erigidos 19 monumentos en honor a los confederados. El presidente de EEUU, Donald Trump expresó su descontento por la conducta de los policías. «Estas personas deberían ser detenidas de inmediato. ¡Qué vergüenza para nuestro país!», tuiteó Trump.
Los derribos de los monumentos que honran a sureños de la Guerra Civil se produjeron en EEUU en medio de manifestaciones antirracistas provocadas por la muerte bajo custodia del afroestadounidense George Floyd el 25 de mayo. Las acciones parecidas en torno a monumentos a figuras históricas tuvieron lugar últimamente en el Reino Unido, Bélgica y Nueva Zelanda.
Una figura controvertida
Abogado, aventurero y activista francmasón, Albert Pike resulta una de las figuras más controvertidas del siglo XIX. Su defensa de la esclavitud le condujo a enrolarse en las fuerzas de la Confederación, a pesar de ser norteño y oponerse formalmente a la declaración de secesión. Pike impulsó otros movimientos reaccionarios de la época, como el xenófobo Know Nothing contra la llegada de inmigrantes católicos a los Estados Unidos.
Su estatua, erigida en 1901, a los 10 años de su muerte, ha sido objeto de polémicas desde prácticamente su inauguración en la capital contra la que se sublevó en armas con la Confederación, habiendo existido movimientos para su supresión desde fechas tan tempranas como 1944, cuando representantes reclamaron su retirada y fundición destinada al esfuerzo de guerra. La última petición de retirada, data del mismo año pasado, cuando la delegada Eleanor Holmes Norton reclamó su retirada a través de una propuesta no de ley.