Julian Assange: Si la expresión y comunicación dependen de las leyes ordinarias entramos en una autorregulación que lleva inevitablemente a la corrupción
El digital “andaluces.es” informa que Julian Assange, editor jefe y fundador de Wikileaks, retenido desde hace más de cinco años en el Reino Unido, en la inauguración Cursos de Verano de la Universidad de Jáen, ha defendido el derecho a la libertad de expresión como el “derecho fundamental”.
“Es el derecho fundamental habilitador de todos los demás derechos de expresión”, ha sostenido, “en su alocución, de unos 15 minutos de duración, Assange ha recordado que se encuentra detenido sin cargos “ilegalmente” desde hace cinco años y medio con una docena de procesos judiciales abiertos a lo largo del planeta. “Hemos publicado más de 11 millones de documentos a lo largo de un periodo de casi 10 años y podréis observar cómo hemos promovido la realidad de la libertad de expresión a escala global”, ha reivindicado el ciberactivista australiano”.
Igualmente, la crónica de Julián del Olmo señala que Assange se ha mostrado muy crítico con el sistema de regulación legislativa actual:
“Si nuestra libertad de expresión y de comunicación está subordinada a leyes ordinarias nos encontramos ante un proceso circular autorregulado que dirige hacia una inevitable corrupción”. Lo podéis ver cada vez que se introduce un cuerpo o un comité de censura, muchos de los cuales ya hemos puesto a la luz: diferentes procesos por Internet, listas negras varias…”, ha denunciado.
Para Assange, ‘debe haber un meta-sistema externo al sistema que se ocupa de su regulación. Todos sabemos –ha argumentado- que la autorregulación lleva a la corrupción puesto que todo sistema buscará siempre preservarse ante las críticas”.
Ante medio centenar de alumnos, especialmente estimulantes han sido sus reflexiones sobre la libertad de expresión: “Suele ser utilizada por artistas y escritores y referirse, ante todo, a la persona que se expresa, no a la persona que escucha o entiende lo expresado y, por lo tanto, es una suerte de terminología política exhibicionista”.
Para Assange el acento ha de ponerse en otro sitio: “Lo nuclear de la libertad de expresión no es que algunos puedan a veces quejarse sobre ciertas cosas o manifestarse; lo nuclear de la libertad de expresión es que las personas puedan entender cómo el mundo funciona en realidad y sean capaces de hacer algo al respecto”.
“Ahogar la comunicación humana lleva a una forma corrosiva de autorregulación de esos mismos sistemas y leyes. Por ello digo que la libertad de expresión, el derecho a saber, el derecho a comunicar, la transparencia, es el derecho fundamental habilitador de todos los demás y por lo tanto ha de ser tratado de modo diferenciado”, ha añadido.
El argumento completo de Assange para dar esa preeminencia a la libertad de expresión es este: “¿Cómo sabrías si no que cualquier otro derecho existe? El derecho a la vida, el derecho a la familia, el derecho a no ser discriminado de muchos modos distintos, el derecho a la libertad de movimiento, todos estos derechos luchan para que su contenido sea conocido entre los humanos por parte de aquellos a los que se les han negado a través de nuestra capacidad de comunicarnos. Si no hay capacidad para comunicarnos, ninguno de estos derechos existen”.