Resumen Latinoamericano •  Internacional •  27/09/2018

México, a cuatro años de Ayotzinapa. Masiva marcha en CDMX

Con consignas como “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!” y “¡Ayotzinapa Vive, la lucha sigue y sigue!”, los contigentes avanzan por la avenida a pesar de la lluvia. Por otra parte, contigentes artísticos participan en la movilización con música, baile y canto.

México, a cuatro años de Ayotzinapa. Masiva marcha en CDMX

Ciudad de México | Desinformémonos. Los padres de las víctimas, estudiantes de las Normales del país, activistas, organizaciones estudiantiles y defensores de derechos humanos iniciaron una movilización desde el Ángel de la Independecia con destino al Zócalo para exigir justicia por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, a cuatro años de los hechos.

A las 16 horas los contigentes se congregaron en el Ángel de la Independencia para recorrer la avenida Reforma e iniciar la movilización por la aparición de los jóvenes, así como la creación de la Comisión para la Verdad y la Justicia que permita que la investigación del caso se reponga, castigo a los responsables y justicia para las víctimas y sus familias.

Con consignas como “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!” y “¡Ayotzinapa Vive, la lucha sigue y sigue!”, los contigentes avanzan por la avenida a pesar de la lluvia. Por otra parte, contigentes artísticos participan en la movilización con música, baile y canto.

 

* Fuentes: DESINFORMÉMONOS /ECONOMÍA HOY


En el corazón de la patria

Por Abel Barrera Hernández**

Desde lo más recóndito del estado de Guerrero, donde campea la violencia y el poder caciquil mantiene sus reales controlando varias regiones del estado comandadas por los jefes del narcotráfico, las 43 familias que sobreviven del campo han tenido que salir de la Costa Chica, la Montaña y la Zona Centro para emprender una lucha heroica en busca de sus hijos desaparecidos.

En medio de estos territorios ocupados por células criminales que patrullan carreteras y caminos para asegurar el trasiego de la droga, los estudiantes de Ayotzinapa han tenido que sortear muchos momentos difíciles, que los han colocado en el filo de la navaja por defender su derecho a la educación. Desde Francisco Ruiz Massieu, pasando por Rubén Figueroa, René Juárez, Zeferino Torreblanca y Ángel Aguirre Rivero, se ha aplicado de manera sistemática y excesiva el uso de la fuerza como única salida a los conflictos añejos de la normal de Ayotzinapa. El método es reprimir, asesinar y hasta desaparecer a los hijos de campesinos e indígenas. Han cargado a cuestas el estigma de ser un nido de guerrilleros, de catalogarlos como vándalos, rebautizándolos como ayotzinapos para remarcar el racismo que prevalece entre la clase política iletrada contra los estudiantes pobres.

Las corporaciones policiales y el mismo Ejército forman parte de los ejecutores de estas acciones violentas que tienen como móvil destruir un proyecto educativo que ha sido la cuna de la conciencia social entre los guerrerenses.

Tanto los gobernadores, como los secretarios de Gobernación y los presidentes de la República en turno siempre tienen encendido el foco rojo de Ayotzinapa. Es un asunto de Estado, donde el aparato de seguridad es partícipe en la toma de decisiones emprendidas contra los normalistas. Por su combatividad y su persistencia ejemplar en defensa de un modelo educativo vinculado a la justicia social, han logrado articular un movimiento nacional inédito, aglutinado en la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México, que han podido mantener las banderas en alto para reivindicar el proyecto educativo de la revolución mexicana.

Las autoridades nunca los han reconocido como actores legítimos y mucho menos les han dado un trato digno como estudiantes normalistas. Más bien la visión autoritaria del poder político es tratarlos con la bota militar al considerarlos como delincuentes y guerrilleros. Una de las formas más eficaces para diezmar la fuerza de las normales es reducir la matrícula en cada ciclo escolar y recortarles el presupuesto.

El casco de la ex hacienda de Ayotzinapa se mantiene incólume por el acero de estos jóvenes que, en medio de las precariedades económicas, mantienen robusto su ideario como normal rural. No podemos ignorar que la mayoría de estos estudiantes aprendieron a escribir y a leer acompañando a sus padres en las siembras del hambre. Tienen conocimientos vastos de cómo se cultiva el maíz y de cómo hay que sobrevivir en el cerro, donde no hay trabajo para obtener un ingreso.

La vigilancia permanente que han tenido los policías y el Ejército contra los estudiantes de Ayotzinapa no fue la excepción la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014. Gracias a las investigaciones del GIEI, hoy sabemos que se montó un gran operativo donde participaron varias corporaciones municipales, estales, ministeriales, federales y el mismo Ejército. Atizaron la persecución y propiciaron que la violencia aumentara cuando los estudiantes intentaban salir de Iguala con los autobuses que habían tomado. La tragedia de Iguala develó el rostro ensangrentado de un país sumido en la violencia y atrapado en las redes de la macrocriminalidad. Para el gobierno federal era necesaria crear una versión de los hechos que pudiera minimizar la acción delincuencial de agentes estatales coludidos con el crimen organizado para controlar los daños y amortiguar la responsabilidad de las altas esferas del poder. La verdad histórica se hizo añicos con la supervisión internacional, que ha logrado romper con el caparazón de este sistema anclado en la corrupción, demostrando científicamente que la incineración de los 43 estudiantes en el basurero de Cocula era materialmente imposible.

En la medida que avanzaron las investigaciones del GIEI, del Mecanismo Especial de Seguimiento de la CIDH, de la oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y de la misma Comisión Nacional de los Derechos Humanos, se ha ido derrumbando la versión oficial, y la palabra presidencial ha caído en el descrédito.

La innovadora sentencia dictada por los magistrados del primer tribunal colegiado del décimo noveno circuito con sede en Reynosa, Tamaulipas, que ordenó la creación de una Comisión Especial de Investigación para la Verdad y la Justicia (caso Iguala), es una grieta que daña estructuralmente la narrativa de la verdad histórica. Al mismo tiempo, representa una oportunidad de suma trascendencia en este momento significativo para las madres y padres de familia, que este miércoles 26 recorrerán las principales avenidas de Ciudad de México. Marcharán con un renovado grito de esperanza, con el deseo profundo de alcanzar la verdad y acariciar la justicia.

El encuentro con el presidente electo Andrés Manuel López Obrador condensa la multiplicidad de luchas que a lo largo y ancho de nuestro país han dado miles de familias para que se acabe esta pesadilla. En un movimiento ejemplar que coloca a las víctimas de la violencia en el centro de la acción política del Estado, que hacen resplandecer la verdad en este México que a todos y todas nos duele. En este cuarto aniversario Ayotzinapa vive en el corazón de la patria.

* Fuente: TLACHINOLLAN

** Director del Centro de Derechos Humanos Tlachinollan


Peña Nieto afirmó que su gobierno está “comprometido” con la Justicia

CIUDAD DE MÉXICO (apro). – Sin mencionar la palabra Ayotzinapa, ni a los 43 normalistas de la escuela normal rural Raúl Isidro Burgos, el presidente Enrique Peña Nieto afirmó estar comprometido con la justicia y con los familiares de las víctimas.

Al cumplirse cuatro años de la desaparición de los 43 normalistas, Peña Nieto escribió en su cuenta de Twitter:

El 29 de agosto, en un video, Peña Nieto afirmó que los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa fueron incinerados por un grupo criminal.

En la misma grabación afirma que la Procuraduría General de la República aportó “evidencias claras y contundentes” de que los jóvenes fueron incinerados por un grupo delincuencial.

“Yo estoy en la convicción de que, lamentablemente, pasó justamente lo que la investigación arrojó”, sostuvo Peña Nieto.

* Fuente: PROCESO


Sánchez Cordero aseguró que en la gestión de AMLO será resuelto el caso Ayotzinapa

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Olga Sánchez Cordero, próxima secretaria de Gobernación, aseguró que durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador será resuelto el caso de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

Adelantó que se facilitará la instalación de la Comisión de Investigación para la Justicia y Verdad que fue ordenada por un tribunal colegiado de Tamaulipas y en la que participarían los familiares de las víctimas, personal de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y representantes de instancias internacionales.

La ministra en retiro arribó al Museo Memoria y Tolerancia, donde el presidente electo y sus colaboradores se reunirían en privado con los padres de los 43 normalistas desaparecidos hace exactamente cuatro años.

Aseguró que López Obrador, quien se reúne por primera vez con los padres de los 43, desea escucharlos y percibir su sentir de manera directa.

Al lugar también llegó Luis Raúl González Pérez, presidente de la CNDH, quien aseveró que la próxima administración ha dado muestras de voluntad para resolver el caso, a diferencia de lo que ha pasado con el gobierno de Enrique Peña Nieto.

Lamentó que, a cuatro años de los crímenes, aún no se pueda llegar a la verdad ni a la justicia en el caso.

Enfatizó que la desaparición de los normalistas es un caso de desaparición forzada, en la que participaron agentes del Estado.

* Fuente: PROCESO


AYOTZINAPA, el reto de AMLO

Audio-documental producido por Proceso y Convoy


Tras cuatro años, 142 detenidos y ninguno condenado

Por Deniss A. García

De los 142 detenidos, derivado de la investigación por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, 21 ya salieron de prisión y dos más obtuvieron el auto de libertad por el agravio a los estudiantes, pero quedaron recluidos por otros delitos, reportó la Procuraduría General de la República (PGR).

A cuatro años de la desaparición de los normalistas, Alfredo Higuera Bernal, titular de la Oficina de Investigación para el caso Iguala, dependiente de la PGR, indicó que si hubo fallas a lo largo de la investigación, serán las instancias internas las que lo definan.

Sobre la detención de Érick Sandoval Rodríguez (supuestamete apodado La Rana) refirió que se aprehendió a una persona con ese nombre, pero reconoció que no tiene ningún tatuaje en forma de rana (como lo habían señalado algunos coacusados).

Durante la entrevista, no se pronunció en contra de crear la comisión de la verdad, pero señaló que como se plantea, el Ministerio Público no tendría la dirección de la investigación.

–Son cuatro años de los hechos de Iguala y cada día hay más dudas. ¿En qué va la PGR?

–Hay 11 líneas de investigación centrales que han sido planteadas a lo largo del tiempo por los representantes de las víctimas, por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y los planteamientos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

–Hay una duda, ¿cuántos son los detenidos por los hechos del 26 de septiembre de 2014?

–En agravio de los 43 estudiantes desaparecidos son 69 bajo proceso penal. En el trabajo de investigación se detuvo a otras personas por otros delitos. (Más tarde la PGR explicó que fueron 142 en total.)

–¿Cuántos han sido puestos en libertad?

–Se han emitido algunas determinaciones judiciales. (La PGR dijo más tarde que son 21 los que han salido de prisión: dos relacionados directamente con la desaparición de los normalistas y 19 por otros delitos.)

–¿Hubo fallas a lo largo de estos cuatro años de investigación que se estén subsanando?

–Ante señalamientos como los hubo que alguna situación se apartó de la ley, procedíamos a darle vista a la instancia correspondiente. Así lo hicimos en casos como el del río San Juan o el ocultamiento de la libreta asegurada a Sidronio (Casarrubias, líder del grupo criminal Guerreros Unidos).

–¿Entonces sí hubo fallas?

–Eso lo resuelven las áreas de investigación de Asuntos Internos.

–¿Qué pasa con Érick Uriel, es La Rana que buscaban?

–El Ministerio Público de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delinciuencia Organizada (Seido) consignó a Érick Sandoval Rodríguez, alias La Rana. Cuando compareció ante el juez dijo que ese es su nombre y su apodo. Respecto de si participó en los hechos, eso suele ser materia del proceso. Si las diligencias realizadas por la CNDH son corroboradas por un juez y se encuentran elementos suficientes para la libertad de la persona, como propuso, la PGR no tiene mayor reparo en ello.

–¿Piensan en desistirse?

–Es muy importante ver la corroboración de los datos. Un desistimiento tiene implicaciones jurídicas.

–La procuraduría también se puede equivocar.

–Nadie está obsesionado con eso, no estamos cerrados.

–¿Erick (el detenido) tiene el tatuaje de una rana?

–Que nosotros sepamos, no.

–¿Qué opina de la creación de la comisión de la verdad?

–Nadie puede estar en contra de la creación de comisiones que ayuden a articular más los esfuerzos y generar mayores resultados. Sin embargo, al determinar la creación de esa unidad, la función del Ministerio Público dejaría de ser lo que es en términos de lo que establece la Constitución; no tendría la dirección de la investigación.

–El mismo tribunal que propuso su creación resolvió que la PGR no fue pronta, efectiva, independiente e imparcial en el caso. ¿Así ha sido la institución en estos cuatro años?

–Lo que podemos decir es que en ese análisis el tribunal tuvo en cuenta lo que había en los expedientes que resolvió (cuatro casos) y la averiguación consta de 620 tomos –concluyó el funcionario.

* Fuente: LA JORNADA


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