Díaz-Canel: «Las medidas anticubanas de los EEUU afectan negativamente a su propia economía»
El presidente cubano arremete contra la decisión de Washington de aplicar el título III de la ley Helms-Burton que permite iniciar acciones legales contra cualquier ciudadano estadounidense que comercie con la isla. Según Díaz-Canel, la decisión, que tan solo persigue desestabilizar a la isla, en realidad va en contra de los propios intereses económicos y comerciales de los propios Estados Unidos.
Miguel Díaz-Canel ha afirmado que las medidas de la Administración de Trump de endurecer el bloqueo económico y financiero contra la isla afectarán al propio EEUU “Muchos en los propios Estados Unidos temen porque la aplicación del título III se revierta sobre las finanzas estadounidenses”, indicó Miguel Díaz-Canel en un mensaje difundido el sábado en su cuenta en la red social Twitter.
Los comentarios de Díaz-Canel hacen alusión a la decisión de EEUU de aplicar el título III de la ley Helms-Burton de 1996, que dejaría que los estadounidenses, incluidos los cubanos naturalizados, demanden ante los tribunales a las compañías que se están beneficiando de propiedades en Cuba que eran suyas antes de la Revolución (1959).
El mandatario cubano compartió, además, un informe del diario local Juventud rebelde, en el que varios políticos, instituciones, medios de prensa y organizaciones de EEUU alertan del “potencial fracaso y las nefastas consecuencias” que para la isla y el pueblo norteamericano podrían generar las políticas del inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, hacia Cuba. “Desafortunadamente, el Gobierno de Trump nuevamente ha redoblado su retorno a las políticas de la Guerra Fría que han fracasado en los últimos 60 años y no han hecho nada para ayudar al pueblo cubano”, se lee en el reporte.
Debido a esta situación, el jefe del Estado cubano puso de relieve que los propios estadounidenses reclaman a Trump que aprenda del fracaso de la Guerra Fría ante de activar el Título III de la ley Helms-Burton, cuya suspensión quedará revocada a partir del próximo 22 de mayo.
La ley Helms-Burton considera “propiedad norteamericana” las empresas nacionalizadas en el país caribeño después de 1959, cuando triunfó la Revolución cubana, y estipula como “tráfico” la compra, la recepción, el uso o la inversión posterior en esas posesiones.