Las fuerzas de Trípoli lanzan un contraataque masivo contra las milicias de Haftar

Fuertes enfrentamientos se desataron ayer sábado después de que las tropas del Gobierno de Acuerdo Nacional (GAN), liderado por el general Fayez al-Sarraj y reconocido por la comunidad internacional, lanzaran un contraataque contra las fuerzas del Ejército Nacional Libio (ENL), del mariscal Jalifa Belqasim Haftar, para retomar distritos del sur de la capital, Trípoli.

Las fuerzas gubernamentales también llevaron a cabo ataques aéreos contra las posiciones de Haftar, luego de que este último ordenara el 4 de abril una ofensiva contra Trípoli,—— desde donde el GAN controla la mitad occidental de Libia—, en medio de los esfuerzos internacionales, aupados por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), para alcanzar una solución política al conflicto en este país norteafricano.

La operación militar de los integrantes del GNA se produjo después de que lograsen frenar el avance del ENL, cuyas posiciones estaban fijadas en las afueras del sur de la capital desde hace varios días.

“Tras frenar el avance de las fuerzas leales a Haftar, hemos empezado la fase de ataque”, contra esas tropas, declaró el sábado el portavoz de la operación militar del GNA, Mustafá al-Meyii.

Por su parte, un vocero del ENL aseguró a la AFP que las fuerzas de Al-Sarraj en sus ofensivas aéreos bombardearon áreas residenciales del sur de Trípoli.

En esta línea, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó ayer sábado que las cifra de víctimas de las agresiones contra la capital suman ya 227 muertos, 1128 heridos y más de 30 000 personas desplazadas y, al mismo tiempo, volvió a exigir a las partes enfrentadas en Libia a que “protejan a los civiles, trabajadores de salud e instalaciones sanitarias”.

Tras el derrocamiento del dictador libio Muamar Gadafi, en octubre de 2011, por medio de una intervención militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), encabezada por EE.UU., surgieron dos facciones principales: una, liderada por el general Haftar, con sede en la ciudad de Tobruk (este); y la otra, el GAN, con sede en Trípoli.

Una nueva etapa de la crisis se avista en el horizonte libio, en particular después de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, expresó en una conversación telefónica su respaldo al mariscal Haftar y su labor en la lucha contra el “terrorismo” y en la protección de los recursos petroleros de Libia.