Las cifras del terror en México
Un informe de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos revela que tan solo entre los años 2009 y 2014 fueron registradas 390 fosas con más de 1500 cuerpos y apunta a que la investigación no permite esclarecer una cifra definitiva.
Un informe elaborado por el Programa de Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México y la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos sobre el hallazgo de fosas comunes en México arroja cifras escalofriantes. Según la investigación, realizada mediante la recopilación de documentación pública sobre estos macabros hallazgos, tan solo entre los años 2009 y 2014 fueron alladas más de 390 fosas que albergaban un total de más de 1500 víctimas de la violencia en el país.
Las cifras, según apunta el propio informe, están lejos de ser definitivas. Como bien señala el estudio, la metodología utilizada, a través del impacto público del hallazgo de las fosas a lo largo de los años investigados, deja fuera un número mucho mayor de casos. «El número de fosas se acerca, de hecho, a las mil», apunta en sus conclusiones el documento publicado por la Comisión en colaboración con la Universidad Iberoamericana.
Para la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos, las escandalosas cifras, superiores al nivel de víctimas en algunos países envueltos en conflictos bélicos y guerras civiles, suponen «las evidencias más claras de la crisis de derechos humanos que prevalece en nuestro país». En sus conclusiones señala, así mismo, que la violencia está extendida en todo el territorio de México, localizándose fosas en 23 de los 32 estados que forman parte del país. «Los resultados de la presente investigación también muestran que el hallazgo de fosas clandestinas se extiende a lo largo de gran parte del territorio nacional. Sin embargo, existen ciertas entidades que mostraron un grado de violencia en particular alto en ciertos momentos, como Tamaulipas, Durango, Guerrero, Jalisco, Michoacán y Nuevo León», apunta el informe.
Por difícil que resulte, los principales motivos a los que apunta la Comisión para la prevalencia de este nivel de violencia aumentan, si cabe, la gravedad de la situación en México.La investigación apunta directamente a » la impunidad casi total con la que se pueden cometer», así como «el contubernio de amplios sectores del gobierno con actores no estatales» como algunas de las causas principales.
La práctica totalidad de las fosas comunes halladas tanto durante el periodo investigado como hasta la fecha, responden a asesinatos grupales recientes, siendo una muestra del nivel de violencia contemporáneo. Esto se debe, según apunta la investigación, a que los perpetradores dejan muestras visibles para trazarlas y localizarlas. El objetivo de tan macabra práctica sería mantener el control mediante el terror a la par que mostrar el nivel de impunidad de estos crímenes.
La violencia en México está lejos de haberse mitigado en tiempos recientes. Tan solo desde la asunción del gobierno por parte del actual presidente Andrés Manuel López Obrador, han sido localizadas más de 400 fosas comunes clandestinas con más de 600 víctimas, principalmente en los estados de Veracruz, Sinaloa y Guerrero. Atajar la violencia es una de las principales problemáticas a las que debe hacer frente el actual presidente, que no dudó en afirmar que estos asesinatos e inhumaciones clandestinas suponen “la peor herencia que nos dejaron los gobiernos anteriores».