Gonzalo Sánchez •  Internacional •  21/11/2017

[Elecciones Honduras] La izquierda hondureña acude unida a las elecciones generales del domingo

La izquierda hondureña alcanza la unidad para enfrentarse a los herederos de la dictadura de Roberto Micheletti Bain.

[Elecciones Honduras] La izquierda hondureña acude unida a las elecciones generales del domingo

Corría el año 2009 cuando en Honduras se vivía el comienzo de un proceso revolucionario que tenía en la Cuarta Urna su máximo exponente. El presidente Manuel Zelaya se había ido escorando a la izquierda cada vez más hasta encontrarse con los bolivarianos (Fidel y Raúl Castro, Hugo Chávez, Evo Morales, Rafael Correa y Daniel Ortega). Llegó a unirse al ALBA buscando solucionar los problemas sociales y económicos de su país tras haber intentado arreglarlos con la ayuda de la patronal hondureña, la banca privada y el gobierno de los EEUU, pero solo encontró trabas y puertas cerradas.

Al final de su mandato, Manuel Zelaya consideró que había que dar un paso más y darle la palabra al pueblo en un proceso constituyente que culminase con la redacción de una nueva constitución. Para ello propuso que además de las tres urnas que iba a haber en las elecciones generales de 2010 -diputados, municipios y Parlacen- hubiera una cuarta para que el pueblo expresase mediante el voto si quería inciar un proceso constituyente.

Las organizaciones de izquierda que se habían acercado a Zelaya tras su giro a la izquierda comenzaron a hablar de nacionalizaciones y de hacer públicos y de calidad los servicios básicos como la sanidad y educación. Esa situación motivó un golpe de estado contra Manuel Zelaya, del que surgió una masiva resistencia organzada socialmente en el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) que luego se convirtió en organización política, bajo el nombre de Partido Libertad y Refundación (Libre).

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El golpe de estado devino en una sangrienta dictadura dirigida con puño de hierro por Roberto Micheletti Bain, quién organizó unas elecciones sin observadores internacionales que tuvieron un 70% de abstención ya que la izquierda hondureña no participó. Desde entonces el Partido Nacional de Honduras, que organizó el golpe en primera instancia con el apoyo del Partido Liberal -del que Zelaya formaba parte durante su presidencia- ha mantenido el poder.

El Partido Libre consiguió superar al Partido Liberal como representante de la izquierda hondureña en las elecciones de 2013 pero no fue capaz de conquistar el poder, en buena medida por culpa del fraude electoral que los continuadores de la dictadura ejecutaron en las elecciones. Cuatro años después la izquierda hondureña ha logrado crear la Alianza de Oposición que ha unido a Libre, al Partido Innovación y Unidad (PINU) y a buena parte del Partido Anticorrupción (PAC), cuyo líder, Salvador Nasralla es hoy el candidato a la presidencia de la Alianza. La candidata a la vicepresidencia es Xiomara Castro de Zelaya, por parte de Libre.

Salvador Nasralla y la Alianza de Oposición tienen posibilidades de ganar el próximo domingo 26 de noviembre pese a que tendrán que hacerlo holgadamente para que el fraude electoral que puede darse no logre frenar su victoria. El golpe de estado sigue muy reciente en la historia hondureña y la derecha no se alzó contra el presidente constitucional para que en menos de una década vuelvan al poder quienes quieren acabar con los privilegios de la oligarquía e iniciar un proceso constituyente de corte bolivariano que devuelva los recursos del país y su infraestructura a manos públicas.

Gonzalo Sánchez. Twitter: @ProtestFor36


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