¿Qué retos enfrenta Boric, representante de la “generación sin miedo”?
El presidente más joven y más votado en la historia del Chile democrático, Gabriel Boric, enfrenta muchos desafíos de cara a cumplir sus promesas de cambio.
El izquierdista Boric ganó el domingo con casi 56 por ciento de los votos y con una aplastante ventaja de casi 12 puntos a su rival, el ultraderechista José Antonio Kast, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del país sudamericano.
Mientras en las calles de la capital chilena se celebraba la victoria del líder estudiantil de 35 años, convertido en fenómeno electoral, la Bolsa de Santiago se derrumbó el lunes casi un 8 % en la apertura ante las preocupaciones por un cambio de modelo y un giro de extrema derecha a la izquierda en el país.
Para cumplir sus promesas electorales, entre ellas reformar el sistema de pensiones e impulsar un sistema de salud y educación “que no discrimine entre ricos y pobres”, según sus propias palabras, el joven mandatario supuestamente tendrá que subir los impuestos.
Aumentar confianza de los inversores
Una subida de impuestos, sobre todo a las mineras, el sector más rico del país y la principal fuente de ingresos por exportaciones en Chile, y el fin de las AFP —el sistema privado que se financia desde los años setenta con el aporte de los trabajadores— provoca miedo entre los inversores, como quedó demostrado el lunes en la Bolsa de Santiago.
En esta misma línea, el primer desafío de Boric será intentar atenuar la desconfianza de los mercados y los agentes económicos, y para lograrlo deberá actuar con moderación, según analistas.
Atraer apoyo del Congreso
El Congreso, sin duda, será otro reto que enfrentará el exlíder estudiantil. “Boric será el primer presidente en contar con minoría [en el Congreso], incluso bajo el tercio de su propio pacto”, según Mario Herrera, académico del Centro de Análisis Político de la Universidad de Talca, quien considera necesario que el nuevo presidente capitalice los apoyos del pacto electoral que lo apoyó en segunda vuelta para poder impulsar su programa político.
Redacción de la nueva Constitución
Para impulsar sus reformas estructurales, el Gobierno de Boric necesita la nueva Constitución —cuya redacción fue votada por los chilenos en un plebiscito nacional, el 25 de octubre de 2020—.
La nueva Carta Magna se prevé que esté preparada para mayo de 2022. Una vez lista, se someterá a referendo de voto obligado para su entrada en vigor, reemplazando a la Carta establecida por el dictador Augusto Pinochet.
Sin embargo, la convención encargada de preparar la Constitución aboga por aumentar el plazo de redacción del texto para realizar plebiscitos participativos, lo que ralentizará el proceso de reformas de Boric.
Equilibrio entre las demandas populares y los inversores
Otro desafío más importante que enfrenta el nuevo mandatario chileno es crear un equilibrio entre la ansiedad de sus votantes, que lo han elegido para que ejecute reformas estructurales, y una élite conservadora que teme a la incertidumbre de los cambios futuros.
Asimismo, el nuevo inquilino de La Moneda tendrá que trabajar para reducir la polarización política en Chile y lidiar con la crisis económica y social heredada del modelo neoliberal impuesto durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
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