Venezuela: El Maizal sigue rescatando espacios
El día de hoy 21 de enero a las 2:30 de la madrugada, comuneros y comuneras de El Maizal, junto a habitantes de la comunidad La Esperanza del Cerrito, del municipio Simón Planas realizaron la toma de unas instalaciones de la UPEL que se encontran en total abandono.
Ante el progresivo deterioro del lugar y la necesidad de tierras para la producción, los habitantes de la comunidad desde hace meses plantearon a la comuna la urgente recuperación del espacio, al mismo tiempo en que el poco personal contratado por la UPEL para realizar el cuidado, manifestaban quejas por la impuntualidad del pago.
El lugar es un centro para la capacitación en la producción agropecuaria, con buena infraestructura que desde hace años no está siendo utilizada:
– 102 hectáreas.
– Una vaquera artesanal con 12 vacas desnutridas.
– 1 aula de clases con mesas, sillas y pizarron.
– 1 aula de clases vacía.
– 1 comedor.
– 1 tanque para almacenar 2750 litros.
– 1 laguna seca.
– 1 galpón para la producción de pollos, totalmente vacío.
– 1 galpón con algunos implementos para la siembra totalmente dañados.
– 1 laguna seca.
El objetivo de esta toma es poner las tierras y las instalaciones a producir, con la participación de tres consejos comunales del eje El Cerrito, además de convertirse en un centro de formación práctica para los estudiantes de la Universidad Productiva y Comunal de Simón Planas.
De forma inesperada, un grupo de jóvenes tuvimos la oportunidad de participar en esta acción porque veníamos a continuar la segunda fase de un taller de la Escuela de Formación Internacionalista en las instalaciones de Torrellero, un espacio que también fue rescatado de la desida y la corrupción imperante en la Universidad Central Lisandro Alvarado y soy testigo de su total recuperación a lo largo de este año.
La comuna El Maizal es uno de los ejemplos de construcción del socialismo desde el territorio, que evidencia que se puede ser efeciente con un modelo de propiedad social para la producción en función de satisfacer las necesidades de la población y no del lucro individual.
Comuneras y comuneros siguen demostrando que la manera efectiva de superar la crisis económica es a partir de experiencias colectivas con esfuerzo y una nueva cultura del trabajo.