Conflicto en Afganistán: 100.000 civiles muertos en la última década
Un informe de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (Unama) presentado por el enviado especial de la ONU Tadamichi Yamamoto expone el nivel de violencia del conflicto afgano.
Más de 100.000 civiles murieron en Afganistán en los últimos diez años desde que la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (Unama) comenzó a documentar las víctimas del conflicto en el país, se desprende de un informe del organismo.
«Después de más de una década desde que se documenta sistemáticamente el impacto de la guerra en los civiles, la ONU descubrió que en 2019 el número de víctimas civiles había superado las 100.000 personas», reveló la misión en el informe conjunto con la oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (Acnudh).
Según el documento, el año pasado 3.493 civiles fueron asesinados y 6.989 resultaron heridos. El reporte reflejó un incremento del 21 por ciento en víctimas civiles causadas por los talibanes y del 18 por ciento en las provocadas por las fuerzas militares internacionales. «Casi ningún civil en Afganistán ha escapado de verse afectado personalmente de algún modo por la actual violencia», dijo Tadamichi Yamamoto, enviado especial del secretario general de la ONU para Afganistán. Subrayó que «es absolutamente imprescindible que todas las partes aprovechen el momento para frenar los combates». «Las vidas civiles deben estar protegidas y hay esfuerzos de paz en marcha», subrayó.
A su vez la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, llamó a las partes en conflicto a cumplir con «los principios clave de distinción, proporcionalidad y precaución para evitar víctimas civiles». «Los combatientes deben tomar las medidas necesarias para evitar que mujeres, hombres, niños y niñas sean asesinados por bombas, proyectiles, cohetes y minas improvisadas», enfatizo y advirtió que «hacer lo contrario es inaceptable».
El informe se publicó después de que en el país entrase en vigor un período de reducción de la violencia por siete días entre el ejército afgano, los talibanes y las fuerzas internacionales. Mientras EEUU reveló la víspera los preparativos para la firma de un acuerdo con los talibanes, programada para el 29 de febrero. Los talibanes confirmaron la información.
Afganistán vive una situación de inestabilidad debido a los ataques que lanzan los talibanes y, desde 2015, el grupo terrorista Daesh (autodenominado Estado Islámico, prohibido en Rusia y otros países), pese a la fuerte presencia militar de EEUU y sus aliados.
Hasta ahora, los talibanes han condicionado el proceso de paz en Afganistán a la retirada de las tropas extranjeras e insisten en acordar el calendario de su repliegue con EEUU y no con el Gobierno afgano.